Tras el derrocamiento del dictador sirio Bashar al Assad ocurrido el domingo 8 de diciembre, Israel ha tomado dos acciones en Siria: ocupar con sus tropas la zona desmilitarizada de los Altos del Golán y lanzar masivos ataques aéreos contra la infraestructura y armas del régimen. Alega que su objetivo es evitar que desde la frontera siria se perpetre un ataque contra su territorio similar al lanzado por Hamás el 7 de octubre del 2023. Y dice que también busca evitar que las armas del ejército sirio caigan en manos de los rebeldes islamistas liderados por la coalición Hayat Tahrir al Sham (HTS), especialmente las químicas y las estratégicas. ¿Se justifica esta evidente violación de la soberanía siria?
Hasta el jueves, Israel había efectuado más de 350 bombardeos en 13 provincias de Siria. También había ocupado 300 kilómetros cuadrados del territorio sirio, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos.
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La operación ha sido bautizada por los militares israelíes como Flecha de Basán, por el nombre bíblico de la región de los Altos del Golán y el sur de Siria.
El martes, las Fuerzas de Defensa de Israel (FDI) informaron que en tan solo dos días bombardeó “la mayoría de los arsenales de armas estratégicas en Siria, impidiendo que cayeran en manos de elementos terroristas”.
Mientras que el jueves, el ejército informó que en las últimas semanas, y ante la previsible caída del régimen Al Assad, Israel diseñó un plan de inteligencia para destruir las armas avanzadas y estratégicas de ese país.
Agregó que uno de los objetivos del plan era el sistema de defensa aérea de Siria, considerado por Israel como uno de los más fuertes del Medio Oriente. También han sido bombardeadas las bases aéreas “T4″ y la “Ble”, ubicadas al norte de Damasco. Israel sostuvo que en estos lugares había escuadrones de cazas, además de un almacén de misiles y cohetes.
El ejército de Israel informó haber atacado también fábricas de armas en la ciudad de Homs, en el centro de Siria, incluida la principal fábrica de producción de misiles Scud, así como el 90 % de las armas estratégicas del país.
Israel también atacó la flota naval de Siria en los puertos de Al Bayda y Latakia, destruyendo numerosos barcos de guerra.
El medio de comunicación ruso Sputnik informó que las FDI destruyeron sistemas de radar en las afueras de Tartus, donde se encuentra una importante base naval rusa.
Tropas en los Altos del Golán
El primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, confirmó que sus tropas habían tomado el control de la zona desmilitarizada de los Altos del Golán, ampliando así la extensión del territorio sirio que ocupa en esta región desde la Guerra de los Seis Días de 1967. Aseguró que este despliegue responde a las necesidades de seguridad de su país.
“Israel no permitirá que los grupos yihadistas llenen ese vacío (de poder en Siria) y amenacen a las comunidades israelíes en los Altos del Golán con ataques al estilo del 7 de octubre”, agregó.
De acuerdo con el Instituto para el Estudio de la Guerra (ISW), las FDI no encontraron resistencia cuando tomaron puestos de avanzada sirios fuera de la zona de separación en Siria. Un corresponsal de la Radio del Ejército israelí informó el 11 de diciembre que el 101 Batallón de Paracaidistas de las FDI no disparó ni una sola bala en la acción. Los soldados sirios habían abandonado sus posiciones en medio del colapso del régimen de Al Assad.
Los medios israelíes también informaron que las FDI tomaron varios antiguos tanques del ejército sirio en la zona de separación. El corresponsal de la Radio del Ejército añadió que las fuerzas desplegadas en el frente sirio se están preparando para una “larga estancia en el terreno”.
Los medios locales sirios afirmaron que las FDI habían pavimentado una carretera que se extendía fuera de la zona de separación, desde los Altos del Golán hasta Marbah, en la provincia occidental de Daraa.
“Israel ya ocupa entre 280 y 300 kilómetros cuadrados del territorio sirio, adyacentes a los Altos del Golán ocupados”, dijo el director del Observatorio Sirio de Derechos Humanos, Rami Abdelrahman, en una conversación telefónica con la agencia EFE.
Explicó que ese territorio linda con la zona desmilitarizada entre Siria e Israel, establecida conforme a un acuerdo bajo auspicio de Naciones Unidas para separar los Ejércitos de Siria e Israel tras la guerra de 1973, y desde 1974 es patrullada por una fuerza de mantenimiento de la paz de la ONU.
Los Altos del Golán son una zona montañosa situada en la frontera entre Israel, Líbano, Siria y Jordania que tiene un área aproximado de 1.800 km².
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reconoce los Altos del Golán como territorio sirio.
En la Guerra de los Seis Días de 1967, Israel se apoderó de unos 1.200 km² de la zona.
Siria intentó recuperar los Altos del Golán durante la guerra del Yom Kippur de 1973, pero fracasó.
En 1974, Siria e Israel firmaron un armisticio y desde entonces hay una fuerza de observadores de la ONU en la línea de alto el fuego; se trata de la Fuerza de las Naciones Unidas de Observación de la Separación (FNUOS).
Pese a ello, en 1981 Israel se anexionó el territorio, algo que no ha sido reconocido por la mayor parte de la comunidad internacional.
Siria exige el retiro de Israel de todo el Golán para firmar un acuerdo de paz.
Hay más de 30 asentamientos israelíes en el Golán, donde viven unas 20.000 personas. Mientras que unos 20.000 sirios, del grupo etnoreligioso druso, también viven en el Golán. Hay que tener en cuenta que unos 90.000 sirios huyeron del Golán durante la guerra de 1967.
Desde el Golán, Israel tiene en su punto de mira a Damasco, que está a sólo unos 60 kilómetros.
El Golán también representa una importante fuente de agua potable para Israel.
¿Se justifican los ataques de Israel?
Carlos Novoa, periodista especializado en temas del Medio Oriente, le dijo a El Comercio que con respecto a los ataques de Israel, se debe tener en cuenta que este es un país pequeño que está rodeado de naciones árabes musulmanas, y que Siria nunca ha sido un aliado de Israel, pues tienen asuntos pendientes como el de los Altos del Golán.
“El tema es que para Israel, de una u otra manera, el régimen de Al Assad era significativo en el sentido de que este controlaba todo por la fuerza. Hoy los rebeldes que han provocado la caída de Al Assad son seguidores de lo que era Al Qaeda en Siria. Esa es una amenaza mayor para los israelíes”, manifestó Novoa.
Con respecto a los Altos del Golán, Novoa indicó que Israel tiene un doble discurso, pues ya ha dicho que le pertenece.
“Lo tienen desde el año 1967, no los han devuelto. Es una zona estratégica desde donde se podría invadir al norte de Israel. Es una zona de agua, entonces todo es significativo para ellos. Pero también han dicho que ante una eventual negociación podrían ceder. Pero eso está muy lejos de ocurrir”, indicó Novoa.
Andrés Gómez de la Torre, especialista en temas de Defensa e Inteligencia, le dijo a El Comercio que Siria ha sido un viejo aliado de la ex Unión Soviética desde la Guerra Fría, y que por ello ha recibido mucho apoyo militar incluso en la posguerra.
“¿Cuál es la síntesis de la operación militar Flecha de Basán? Desde la perspectiva israelí, sus fuerzas de defensa buscan neutralizar todo tipo de posibilidad de que los remanentes del armamento en stock del ejército sirio caigan en manos de milicias rebeldes, especialmente las proiraníes”, destacó Gómez de la Torre.
“Hay que subrayar que el arsenal de militar sirio del ejército incluye misiles Scud tierra-tierra de fabricación rusa. Todo apunta a que se ha neutralizado o destruido entre 70% y 80% por ciento del armamento convencional y de cohetes del ejército sirio”, anotó.
Con respecto a si Israel podría anexionarse más territorio sirio, Gómez de la Torre consideró que aún es prematuro como para saberlo.
“Más bien, se puede hablar de zonas provisionalmente desmilitarizadas para, como lo ha expresado Israel, establecer zonas de seguridad. Dependerá mucho de la evolución del conflicto y de quiénes finalmente puedan ejercer realmente el poder en Siria para saber la actitud que tome Israel respecto de la anexión o control de nuevos territorios”, sostuvo el analista.