Unos 20 paramilitares iraquíes murieron el domingo en el este de Siria en bombardeos que un responsable estadounidense atribuyó a Israel. (Referencial: AFP)
Unos 20 paramilitares iraquíes murieron el domingo en el este de Siria en bombardeos que un responsable estadounidense atribuyó a Israel. (Referencial: AFP)
Redacción EC

Unos 20 paramilitares iraquíes proiraníes implicados en la lucha contra el grupo terrorista Estado Islámico (EI) murieron el domingo en el este de Siria en bombardeos que un responsable estadounidense atribuyó a Israel.

La coalición paramilitar Hashd al Shaabi, apoyo crucial del ejército iraquí en la lucha contra el Estado Islámico, indicó el lunes que 22 de sus miembros murieron y 12 resultaron heridos en bombardeos de la coalición internacional liderada por Estados Unidos, que desmintió estar implicada en esos ataques.

La ofensiva tuvo como blanco la localidad de Al Hari, situada cerca de la frontera con Iraq, donde milicias extranjeras combaten junto al régimen de Bashar al Asad.

Hashd al Shaabi, que actúa bajo la autoridad del primer ministro iraquí, tiene entre sus filas grupos cercanos a Irán, entre ellos las Brigadas de Hezbolá, que perdieron a varios de sus miembros en los bombardeos.

Algunos de esos grupos proiraníes combatieron desde 2011 en Siria junto con el régimen de Bashar al Asad, antes de responder en 2014 al llamamiento de la mayor autoridad chiita de Iraq, que formó la coalición Hashd al Shaabi para expulsar al EI del país.

Al menos tres cuerpos de combatientes de las Brigadas de Hezbolá fueron repatriados en la provincia agrícola y pobre de Zi Qar, en el sur de Iraq, según un corresponsal de la AFP.

En los bombardeos del domingo, "murieron 52 combatientes, entre ellos 30 iraquíes y 16 sirios, incluidos soldados y miembros de milicias leales", indicó el director de la ONG Observatorio Sirio para los Derechos Humanos (OSDH), Rami Abdel Rahman.

Israel acusada

En Washington, un responsable estadounidense indicó bajo anonimato que tenía "motivos para pensar que se trataba de un bombardeo israelí".

Israel, enemigo acérrimo de Irán, realizó en mayo varios ataques aéreos contra supuestas instalaciones militares iraníes en Siria.

El gobierno israelí rechaza cualquier presencia militar iraní en Siria, según su primer ministro, Benjamin Natanyahu.

En el comunicado en el que anunció la muerte de sus miembros en Siria, Hashd al Shaabi afirmó que se había desplegado a lo largo de la porosa frontera con Siria, a petición de las autoridades iraquíes.

Pero horas después, el mando militar iraquí desmintió haber desplegados fuerzas en territorio sirio, dando a entender que los combatientes muertos habían actuado sin su consentimiento.

Entretanto, en Damasco, varios medios estatales sirios atribuyeron los ataques a la coalición internacional dirigida por Estados Unidos.

La agencia oficial Sana afirmó, citando a una fuente militar, que aparatos de la coalición internacional mataron e hirieron a varias personas, sin dar más precisiones.

"No hubo bombardeos por parte de las fuerzas estadounidenses ni de la coalición en esa zona", declaró el lunes la oficina de prensa de la coalición.

Distintas ofensivas

La ciudad de Al Hari está situada en la provincia oriental de Deir Ezzor, rica en petróleo, donde las Fuerzas Democráticas Sirias (FDS), apoyadas por Estados Unidos, y las fuerzas gubernamentales sirias, apoyadas por Rusia, llevan a cabo ofensivas distintas contra el EI.

El EI perdió casi todo el territorio que llegó a controlar en 2014 entre Siria e Iraq, pero sigue presente en zonas desérticas transfronterizas, sobre todo en Deir Ezzor.

Las fuerzas gubernamentales controlan los territorios al oeste del río Éufrates, que atraviesa la provincia de Deir Ezzor, mientras que las FDS luchan por expulsar al EI de varias localidades situadas al este, cerca de la frontera iraquí.

Desde 2017 hay una línea de "contención" a lo largo del río para impedir los enfrentamientos entre las FDS y las fuerzas prorrégimen.

La coalición, que interviene en Siria desde 2014 para combatir al EI, golpeó a fuerzas del régimen en los últimos años.

El 7 de febrero, la coalición reconoció haber matado al menos a 100 combatientes prorrégimen en la provincia de Deir Ezzor en represalia a un ataque contra posiciones de las FDS.

Y en septiembre de 2016, unos ataques contra posiciones militares del régimen se cobraron la vida de más de 60 soldados sirios. La coalición reconoció entonces haber confundido a las fuerzas del régimen con yihadistas.

Los ataques contra Al Hari llegan un día después de que las FDS recuperaran Dashisha, una localidad situada en el norte de la provincia de Hasaka.

Dashisha representaba un "importante bastión" del EI en esta provincia y se encontraba en un "corredor vital" que otrora unía los territorios de los yihadistas en Siria e Iraq, según el director de la OSDH.

La guerra en Siria dejó desde 2011 más de 350.000 muertos y millones de desplazados. 

Fuente: AFP

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