Al Jazeera lleva poco más de dos décadas en el aire y tiene unos tres mil empleados. (AP)
Al Jazeera lleva poco más de dos décadas en el aire y tiene unos tres mil empleados. (AP)
Redacción EC

En la severa crisis diplomática que enfrenta a Qatar con varios de sus vecinos del Golfo Pérsico desde hace un mes hay una espina especialmente filuda y molesta: la cadena de televisión catarí Al Jazeera.

Como se recuerda, Arabia Saudí, Bahréin, Emiratos Árabes Unidos y Egipto cortaron relaciones diplomáticas y comerciales con Qatar el 5 de junio, acusando a dicho país de respaldar al terrorismo, de entrometerse en sus asuntos internos y de impulsar la agenda del enemigo regional Irán, todo lo cual Qatar niega. Hasta ahora los esfuerzos de mediación han sido infructuosos, incluyendo los de EE.UU.

Esos cuatro estados árabes acordaron extender 48 horas más un plazo final para que el régimen catarí cumpla con 13 exigencias, bajo pena de fijar nuevas sanciones.

Una de esas exigencias es precisamente el cierre de Al Jazeera, un canal que desde su fundación en 1996 ha ido cobrando cada vez más fama no solo en la región árabe sino en el mundo entero.

“Desde su aparición, Al Jazeera ha ocasionado ampollas entre los déspotas árabes por su estilo periodístico crítico con el poder y, según
sus detractores, sesgado hacia los islamistas”, consigna el diario español “El País” sobre el fastidio de los regímenes de la región con la mencionada televisora.

Esta indignación empezó pronto, en el 2002, cuando Arabia Saudí retiró molesto a su embajador en Qatar por el tratamiento que Al Jazeera –fundada por el entonces emir y padre del actual, el jeque Hamad Bin Khalifa al Thani– le daba a su plan de paz para el conflicto entre israelíes y palestinos.

La cadena catarí recibió después reproches por la cobertura de las primaveras árabes (esas que reflejaron el estado de rebelión de
la sociedad con sus gobernantes). En el 2013 informó con profusión del golpe de Estado en Egipto que derrocó a Mohamed Mursi y eso le
granjeó la etiqueta de portavoz de los Hermanos Musulmanes,
organización desde entonces proscrita por las autoridades egipcias.

—La respuesta—

“Defendemos la libertad de expresión y creemos en el derecho de los pueblos al conocimiento. No tomamos partido, no somos mensajeros
ni portavoces y nunca lo hemos sido”, ha señalado en una carta abierta la semana pasada la cadena en defensa de su independencia.

También ha recordado que Al Jazeera en árabe se ha mantenido como “el canal de noticias más visto en el mundo árabe a lo largo de su historia”.

La señal por satélite y el acceso vía Internet a todos los canales de la cadena, incluidos los deportivos, han sido bloqueados por los gobiernos de los cuatro países que han roto con Qatar, Estado que –hasta ahora– se resiste a hacer caso a la exigencia de clausura.

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