Brenton Tarrant mató a 51 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda. (Foto: AP).
Brenton Tarrant mató a 51 personas en dos mezquitas de Nueva Zelanda. (Foto: AP).
Redacción EC

El discurso suena bastante familiar: para crear un cambio real en el mundo es preciso hacer una revolución. La propuesta se vuelve más tentadora si se pone sobre la mesa la posibilidad de crear una sociedad mejor, una utopía en la que el imperialismo se ha extinguido y los derechos de las personas se respetan por sobretodo, así como otros logros sociales que parecen interesar a muchas personas. Allí es cuando aparecen los que están dispuestos a luchar contra lo que consideran injusto.

MIRA: Brenton Tarrant, autor de matanza en mezquitas de Nueva Zelanda, escuchará su condena en presencia de sobrevivientes

Si bien cada vez es menos común toparse con pueblos que se sienten los elegidos, aquellos que por designios divinos se han autoproclamado los celadores de una forma de vida, diera la impresión, sin embargo, de que son cada vez más los individuos que deciden tomar las armas para construir su mundo ideal.

La epopeya del hombre común que salvó el futuro de su país fue la que sedujo a Brenton Tarrant, el hijo de una familia trabajadora australiana a la que la riqueza siempre le fue esquiva. Su infancia la pasó sin sobresaltos y como jamás le interesó estudiar, empezó a trabajar para ganarse la vida. Y tuvo suerte: logró ahorrar lo suficiente para invertir en un negocio que luego le permitiría hacer un viaje por Europa. Allí fue que su vida cambió.

Mis papás son de Escocia, Irlanda e Inglaterra. Yo soy solo un hombre blanco común, de una familia común, quien decidió hacer lo necesario para asegurar el futuro de su gente”, escribió Tarrant en , el manifiesto que se le atribuye.

"Estamos todos estupefactos". La familia de Brenton Tarrant, autor del atentado, afirmó sentirse "destrozada". (Captura)
"Estamos todos estupefactos". La familia de Brenton Tarrant, autor del atentado, afirmó sentirse "destrozada". (Captura)

No se sabe con certeza qué países visitó, pero sí que su mirada del mundo se radicalizó después de su periplo. Las razones: el ataque terrorista en Estocolmo, la muerte de la niña Ebba Akerlund, la derrota de los nacionalistas en las elecciones francesas del 2017, y la constatación de que dicho país estaba repleto de invasores. Esos eventos, cuenta, le revelaron la verdadera situación del mundo.

Con eso en mente, Tarrant decidió mostrarle a “todos los invasores que sus tierras jamás serán suyas”, y así “asegurar que su pueblo siga existiendo y un futuro para los niños blancos”. En ese mundo, el kebab, por ejemplo, debía ser erradicado.

Represento a millones de europeos y otras personas etnonacionalistas que quieren vivir en paz junto a su propio pueblo -escribió-, vivir en sus tierras, practicando sus propias tradiciones y decidiendo su propio futuro”.

Y como nadie se decidía a tomar cartas en el asunto, él lo tuvo que hacer.

UNA MATANZA EN FACEBOOK

En un mundo en el que muchos sueñan con volverse virales y hacen transmisiones en vivo en sus redes sociales casi a diario, este video no causó tantas alarmas. Por lo menos no hasta que los usuarios de Facebook empezaron a cuestionarlo: era demasiado real. Allí fue que todo el mudo se dio cuenta que alguien había decidido entrar a dos mezquitas y asesinar a todos los que se encontraba a su paso.

Brenton Tarrant, acusado de asesinato tras los tiroteos en Nueva Zelanda, emitió en vivo la masacre a través de Facebook y se grabó a sí mismo. Foto: Facebook, vía BBC Mundo
Brenton Tarrant, acusado de asesinato tras los tiroteos en Nueva Zelanda, emitió en vivo la masacre a través de Facebook y se grabó a sí mismo. Foto: Facebook, vía BBC Mundo

Fue el 15 de marzo del 2019 cuando en la que Brenton Tarrant decidió atacar. Su plan original ubicaba el atentado en otra parte, pero su estadía en Nueva Zelanda (para preparase para el verdadero ataque) le hizo cambiar de opinión. La muerte en las mezquitas de Christchurch dejarían en claro que no hay un lugar en el mundo en el que se pueda estar a salvo de la invasión.

Luego de ser capturado, Tarrant -que por entonces tenía 28 años- se declaró culpable de 51 cargos de asesinato, 40 por intento de asesinato y uno por acto terrorista.

En “The Great Replacement”, su manifiesto, él trata de responder todas las inquietudes sobre el hecho. Su frialdad roza la locura.

Sí, es un ataque terrorista. Pero creo que es una acción partidista contra una fuerza de ocupación. ¿Soy racista? Sí, creo que hay diferencias raciales entre las personas y que estas tienen gran impacto en la forma en la que le damos forma a las sociedades. ¿Soy un nacionalista? Sí, predominantemente un etnonacionalista”.

LA ANSIADA SENTENCIA

Desde el lunes, el juicio que se sigue en contra Tarrant recapituló todos los desgarradores testimonios de las familias que perdieron a sus seres queridos en la matanza. No importaron las lágrimas, el perdón o las acusaciones de ser un , el acusado permaneció impávido.

Después de escuchar a cerca 90 víctimas y sobrevivientes, el Tribunal Superior de la ciudad de Christchurch deberá decidir el futuro del asesino en algunas horas.

Christchurch | Tiroteos en Nueva Zelanda | El mundo llora a las víctimas de la matanza perpetrada por Brenton Tarrant. (AFP)
Christchurch | Tiroteos en Nueva Zelanda | El mundo llora a las víctimas de la matanza perpetrada por Brenton Tarrant. (AFP)

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Melania Trump reconoce la gravedad de la pandemia de coronavirus y promete un futuro mejor. (EFE).
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