Farid Kahhat

Ya sean los ataques con bombas perpetrados hace unas semanas en Sri Lanka que causaron cerca de 250 muertos o el ataque armado contra dos mezquitas en Christchurch, Nueva Zelanda, que dejó unos 50 muertos más, el extremismo de los supremacistas blancos y los yihadistas islámicos guarda mayor relación de la que se espera. 

En ambos casos los grupos buscan polarizar a las sociedades, explica el internacionalista Farid Kahhat, quien en su videocolumna de hoy analiza los puntos que incluye tanto "El Gran Reemplazo", como se conoce al manifiesto dejado por el atacante de Christchurch, como "La Extinción de la Zona Gris" del Estado Islámico, organización que reivindicó los ataques en Sri Lanka

"La zona gris se refiere al punto de intersección dentro de una sociedad occidental donde una persona puede ser a la vez un ciudadano alemán y profesar la religión musulmana sin que eso implique una contradicción", explica Kahhat. "El Estado Islámico dice que el mundo está dividido en dos campos, como el supremacista blanco en Nueva Zelanda que decía que buscaba polarizar a las sociedades occidentales". 

"Paradojicamente ambos extremismos se retroalimentan en lo que ellos creen es un choque mundial de civilizaciones", concluye.

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