Donald Trump emitió un nuevo veto migratorio ante la expiración de la anterior versión. (Foto: AFP)
Donald Trump emitió un nuevo veto migratorio ante la expiración de la anterior versión. (Foto: AFP)
Redacción EC

En otro golpe al legado de Barack Obama, el gobierno de eliminó una protección federal que obligaba a los empleadores a incluir métodos anticonceptivos dentro de sus planes de cobertura de salud.

La medida se enmarca dentro de la filosofía de la nueva administración de promover las "libertades religiosas", un giro que choca contra políticas de tutela implementadas durante el gobierno anterior a favor de los derechos de las mujeres y la comunidad de gays, lesbianas, transexuales y bisexuales (LGBT).

"El presidente cree que la libertad de practicar la fe es un derecho fundamental en este país, y creo que todos lo creemos. Y de eso se trata; nuestro gobierno federal siempre debe proteger ese derecho. Y mientras Donald Trump sea presidente, lo hará", justificó la vocera presidencial, Sarah Huckabee Sanders.

El giro de la Casa Blanca, instrumentado a través de nuevas reglas del Departamento de Salud, el Tesoro y el Departamento de Trabajo, exime a empresas y organizaciones de proveer cobertura de métodos anticonceptivos (incluida la llamada "pastilla del día después") cuando tengan objeciones "por sus creencias religiosas o convicciones morales". Obamacare, la reforma de salud de Obama, incluyó un mandato que exigía que los planes de salud ofrecieran esa cobertura sin costo adicional.

El gobierno de Trump indicó que las nuevas reglas "no afectarán a más del 99,9% de las 165 millones de mujeres en Estados Unidos".

La decisión responde a la oposición al mandato de empresas, como Hobby Lobby, una cadena de tiendas de Oklahoma, y organizaciones religiosas, como Las Pequeñas Hermanas de los Pobres, que habían pedido exenciones en los tribunales.

"Esto parece ser una regla de sentido común y equilibrada, y un gran paso adelante para la libertad religiosa", dijo el abogado de las Pequeñas Hermanas, Mark Rienzi.

La oposición demócrata, organizaciones civiles y organizaciones que promueven los derechos de la mujer, el acceso a la salud y a métodos anticonceptivos fustigaron la decisión.

"La administración Trump está obligando a las mujeres a pagar por las creencias religiosas de su jefe", afirmó Brigitte Amiri, abogada del personal de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU, por sus siglas en inglés), que intentará frenar la iniciativa en los tribunales.

El senador Bernie Sanders dijo que era "nada menos que sexismo", y Planned Parenthood, que provee servicios de salud reproductiva, abortos y educación sexual, calificó la decisión de "escandalosa".

"Es un ataque inaceptable a la atención médica básica en la que confía la gran mayoría de las mujeres", dijo Cecile Richards, presidenta de la organización. "Estamos hablando de un derecho fundamental, ser capaz de decidir si uno quiere tener hijos y cuándo", agregó.

Fuente: La Nación, GDA
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