(Foto: AFP)
Agencia AFP

Las fuerzas turcas continuaban el martes la ofensiva lanzada hace diez días en la región de Afrin en el norte de , donde se libraban violentos combates en la frontera.

Los bombardeos de la aviación turca se concentraron en los sectores de Rajo y de Jandairis, en el noroeste y el suroeste de esa región, según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos (OSDH).

En esos sectores se enfrentan las fuerzas turcas y sus aliados rebeldes sirios a los combatientes kurdos, según el OSDH.

"Desde el lunes, Turquía intensificó sus bombardeos aéreos", agregó el director del OSDH, Rami Abdel Rahman.

Los aviones de guerra turcos sobrevuelan asimismo la ciudad de Afrin, desde donde se escuchan los bombardeos de las colinas que la rodean, constató la AFP.


- Convoy militar -


Turquía lanzó la ofensiva el 20 de enero en el enclave de Afrin para expulsar a la milicia kurda de las Unidades de Protección Popular (YPG).

Ankara considera como "terrorista" a esta milicia, que para Washington es un preciado aliado en la lucha contra los yihadistas de Estado Islámico (EI).

En paralelo, Turquía reforzó el lunes sus posiciones militares en el norte de Siria. Un convoy formado por decenas de vehículos militares cruzó la frontera con el objetivo de alcanzar un sector situado a unos 40 km al sur de Afrin.

Pero el lunes por la noche el convoy tuvo que detenerse y cambiar rumbo hacia el oeste de la provincia de Alepo por los disparos de combatientes leales al régimen de Damasco, según el OSDH.

Desde que comenzó la ofensiva 85 combatientes kurdos murieron así como 81 milicianos aliados a Ankara, según la ONG.

Según la misma fuente 67 civiles, entre ellos 20 niños, murieron en bombardeos turcos. Ankara asegura apuntar únicamente contra combatientes y posiciones militares.

La intervención turca en Afrin, barajada desde hace varios meses, se vio precipitada tras el anuncio por Estados Unidos de crear una "fuerza fronteriza" de unos 30.000 hombres, incluidas las milicias de las YPG.

Ankara nunca aceptó la autonomía establecida por los kurdos en el norte de Siria favorecida por la situación caótica que reina en el país desde que comenzó el conflicto en 2011. Teme que la comunidad kurda de Turquía desarrolle aspiraciones similares.


- Nuevos arrestos en Turquía -

Este martes el presidente turco Recep Tayyip Erdogan volvió a insistir ante la bancada de su partido en el Parlamento, que la ofensiva "no va a detenerse antes de que eliminemos la amenaza terrorista de nuestra frontera".

Ignorando los llamados de la OTAN y de Estados Unidos, Ankara dice estar determinada a ampliar la ofensiva hacia el este, en particular la ciudad de Minbej, controlada por los kurdos y donde están desplegadas tropas estadounidenses.

En Turquía, las autoridades detuvieron el martes a 11 miembros de una asociación médica que criticaron la ofensiva de Afrin.

Desde el 20 de enero 311 personas sospechosas de "propaganda terrorista" en las redes sociales contra la ofensiva fueron detenidas, según el ministerio de Interior.

En paralelo, en el frente diplomático, la conferencia de paz de Sochi organizada por Rusia comenzó el martes en medio del escepticismo sobre sus potenciales logros.

Las autoridades kurdas de la región semiautónoma de Siria, objeto de la ofensiva turca, anunciaron que no asistirían por el conflicto en curso. Tampoco hay responsables del régimen de Damasco ni de los principales componentes de la oposición a Bashar al Asad.

La iniciativa de Moscú, tras las infructuosas negociaciones del jueves y viernes en Viena impulsadas por la ONU, apunta a poner fin al conflicto que desgarra a Siria desde 2011 y que dejó más de 340.000 muertos.

El martes en la provincia de Idlib, en el noroeste de Siria, ocho civiles murieron en bombardeos aéreos del régimen sirio, según el OSDH. La víspera fueron 21 los civiles muertos en circunstancias similares.

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