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Alrededor de 5,5 millones de personas estaban registradas para votar. Docenas de personas esperaban en fila en el exterior de muchos centros de votación en la capital, Harare. (Foto: AP)
Redacción EC

votaba el lunes en sus primeros comicios sin el ex presidente en la boleta mientras el principal opositor denunció un “intento deliberado” por minar el apoyo de sus seguidores debido a que había retrasos en la votación.

Las acusaciones de Nelson Chamisa, líder del Movimiento para el Cambio Democrático, intensificaron las preocupaciones sobre el manejo del proceso y la posibilidad de una polémica por el resultado.

Los dos principales aspirantes son el actual presidente, Emmerson Mnangagwa, de 75 años, que era vicepresidente con Robert Mugabe y lo sucedió el año pasado tras la renuncia del mandatario bajo presión militar, y Chamisa, un abogado y pastor de 40 años que se convirtió en el líder del principal partido de la oposición hace apenas unos meses tras el deceso de su predecesor, Morgan Tsvangirai.

Mnangagwa prometió un proceso creíble con el que espera obtener legitimidad internacional e inversiones a este país en el sur de África, pero lo contrario generaría más estancamiento.

Robert Mugabe, de 94 años, gobernó Zimbabue desde la independencia de 1980 hasta su renuncia en noviembre del año pasado debido a la presión militar.

Alrededor de 5,5 millones de personas estaban registradas para votar. Docenas de personas esperaban en fila en el exterior de muchos centros de votación en la capital, Harare.

Miles de observadores se desplegaron por todo el país para monitorear un proceso que según la oposición está sesgado, pese a las garantías de la comisión electoral de que será imparcial.

Robert Mugabe dijo el domingo que Chamisa era el único candidato viable y rechazó a Mnangagwa y al partido gobernante alegando que "no puedo votar por los que me han atormentado”.

Chamisa fue recibido con silbidos y ovaciones en un centro de votación a las afueras de Harare. El aspirante dijo que “es un gran momento para Zimbabue” y que esperaba que los comicios fuesen justos en las zonas rurales, donde está la mayoría de los votantes y que suelen ser un feudo del partido en el poder.

Por su parte, Mnangagwa instó en un tuit a la población a mantener la paz: "Somos un único pueblo, con un sueño y un destino. O nadamos juntos, o nos ahogamos juntos”. Tras depositar su boleta, el presidente hizo una llamado para una jornada tranquila y respondió a las palabras de Robert Mugabe diciendo: “Es un ciudadano (...) Puede hablar conmigo en cualquier momento”.

En los comicios participan un record de más de 20 candidatos presidenciales y casi 130 formaciones políticas. Si ninguno de los aspirantes logra el 50% de los votos, habrá segunda vuelta el 8 de septiembre.

En el pasado, los comicios estuvieron marcados por la violencia, la intimidación y las irregularidades pero Mnangagwa, que en su día fungió como brazo ejecutor de Robert Mugabe y dice que ahora representa el cambio, prometió que estos serán libres y justos.

La presencia de observadores electorales occidentales por primera vez en años es un indicador de un ambiente político más libre, aunque hay preocupaciones sobre el sesgo de los medios estatales hacia el partido gobernante, además de falta de transparencia en la impresión de boletas.

"Necesitamos un cambio porque hemos sufrido mucho”, dijo Mable Mafaro, de 65 años, mientras votaba en Harare. "Hemos sufrido mucho. Eso es todo”.

Fuente: AP

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