¿Por qué tanto alboroto?, por Vladimir Paz de la Barra
¿Por qué tanto alboroto?, por Vladimir Paz de la Barra
Vladimir Paz de la Barra

Control. m. Regulación, manual o automática, sobre un sistema. 

Esta es una de las definiciones que aparece en el diccionario de la Real Academia de la Lengua Española (RAE) sobre la palabra ‘control’. Y viene ahora al caso debido al revuelo que han causado en algunos medios las declaraciones del candidato César Acuña relacionadas con el impacto inflacionario de la valorización del dólar y las recientes alzas de precio en algunos productos de la canasta familiar.

Analicemos justamente esa parte de la entrevista. Ante la pregunta del periodista Enrique Castillo, quien dirige el programa “Agenda política”, sobre si “hay que controlar el tipo de cambio o el tipo de cambio debe ser libre”, el candidato presidencial por APP respondió: “No. Tiene que haber un ente regulador”. Ante la insistencia del periodista, quien le dice: “¿Usted cree que el Banco Central de Reserva (BCR) debería controlar el tipo de cambio, para que no suba y baje?”, el candidato responde: “Constitucionalmente es el BCR y, bueno, hay que seguir con eso, ¿no?”. 

El periodista insiste en si deberían controlarse entonces los precios de los alimentos, combustibles, servicios públicos o pensiones escolares: “¿Debe haber control de precios?”, pregunta, a lo que el candidato señala que se tiene que “controlar, de tal manera que el beneficiado, que es el pueblo, no se agobie día a día, sabiendo que hoy es un precio y mañana es otro precio”. Y concluye: “Por lo tanto, ahí está el Estado Peruano, [como] un ente regulador”. Castillo concluye el bloque con la pregunta: “O sea, sí cree usted que hay algunos precios que controlar”, a lo que el candidato César Acuña contesta: “Pero, claro que sí, claro que sí”. 

Inmediatamente después de esta entrevista se acusó a César Acuña de querer implementar un control de precios y del tipo de cambio, con un impacto negativo sobre la economía del país. Pero no fue eso lo que el candidato explicó, como claramente se puede observar en el párrafo anterior. Incluso, le pediría a usted, estimado lector, que verifique quién de los dos interlocutores repite más el concepto de “control” y quién reitera el concepto de  “regulación”. 

Nosotros en la Alianza para el Progreso del Perú tenemos claro lo que significa la intervención del Estado con respecto a la economía. No somos seguidores de Robert Nozick, autor de “Anarquía, Estado y utopía” (1974), en el que señala que el Estado debe tener una intervención mínima en la economía. Nosotros consideramos, al igual que John Rawls, autor de “Teoría de la justicia” (1971), que el Estado tiene que intervenir en la economía como un ente regulador en la actividad de los precios. 

En ese sentido, debo señalar enfáticamente que el candidato César Acuña simplemente evocó lo que constituye una de las principales prerrogativas del BCR como organismo que tiene, entre otros atributos, la misión de regular, por medio de sus intervenciones en el mercado de cambio, la relación del sol con el dólar. 

De acuerdo con el artículo 84 de la Constitución Política del Perú, el BCR es el encargado de manejar las reservas internacionales. Dice el BCR: “Específicamente, se busca respaldar la confianza del nuevo sol, de tal modo que se eviten grandes fluctuaciones del tipo de cambio”. 

Esto no significa sustituir el cambio fluctuante hoy en vigor en la mayoría de los países democráticos, por el cambio fijo que prevaleció después de la segunda guerra, en esos mismos países hasta 1971.

De igual manera, contamos con diferentes instrumentos reguladores, tanto del BCR, como de organismos de defensa del consumidor y del propio gobierno, que existen y deben ser accionados para que la inflación y el alza de los precios no afecten a la población, particularmente en lo que concierne a su canasta familiar. 

Por ejemplo, el BCR, en su último reporte de inflación, indicó que el precio de la gasolina debió bajar 14%, de acuerdo con el contexto internacional, y solo bajó 6,5% en el mercado peruano. ¿Corresponde al gobierno presionar para que las refinerías bajen sus precios o no? 

¿Por qué, entonces, tanto alboroto?