Un ‘by-pass’ a la solución, por David Fairlie
Un ‘by-pass’ a la solución, por David Fairlie
David Fairlie

Es de conocimiento público que la Municipalidad de Lima desea construir unos ‘by-pass’ en la avenida Salaverry y que existe una fuerte oposición al respecto. Para muchos, se trata de una solución desfasada, pues ya no se están construyendo en otras ciudades importantes del mundo, e incluso se están desmontando algunos.

Ese argumento es correcto (para contextos urbanos) pero no es bien recibido en una ciudad donde la congestión ha llegado a niveles extremos. 

Lo cierto es que en Lima hay cerca de un millón y medio de vehículos, lo cual es un número realmente bajo si consideramos la extensión de la ciudad y  que esta cuenta con más de 10 millones de habitantes. Entonces, si hay relativamente tan pocos vehículos, ¿por qué hay tanta congestión? Existen varios factores, pero el más importante, de lejos, es el pésimo diseño de las calles, intersecciones y semáforos. 

Hablemos de un caso específico que grafica la situación: la intersección de la avenida Salaverry con la avenida Sánchez Carrión. Este cruce presenta hoy deficiencias que son la mayor causa de la congestión que ahí se produce, independientemente del volumen vehicular que recibe. 

En ambos sentidos, Sánchez Carrión llega a Salaverry con tres carriles. Los tres tienen flechas en el pavimento para indicar que uno puede seguir de frente en la intersección, pero al otro lado solo hay dos carriles que reciben. Asimismo, la avenida Salaverry, en ambos sentidos, llega a la intersección con dos carriles que permiten seguir de frente o girar a la izquierda o derecha. Si bien el semáforo cuenta con una flecha de giro a la izquierda, frecuentemente ocurre que un auto en el carril izquierdo no quiere girar sino seguir de frente, pues tiene esa opción, y al esperar por la luz verde para cruzar retiene a todos los vehículos detrás que sí desean girar. 

Adicionalmente, el semáforo tiene tiempos preprogramados, fijos, e incluso uno puede ver la cuenta regresiva digital (lo cual viola la norma de diseño de los semáforos). Al tener tiempos fijos, el semáforo no tiene la capacidad de optimizar, en tiempo real, a quién le da la luz verde y por cuánto tiempo. 

Esta intersección mejoraría enormemente si se tomasen las siguientes medidas:

1. Establecer la misma cantidad de carriles a ambos lados de la intersección para los vehículos que quieren seguir de frente.

2. Implementar carriles de giro a la izquierda en los cuatro sentidos. El número de carriles de giro y la longitud que deben tener se determina con los cálculos correspondientes y de acuerdo con el número de vehículos que hacen el giro.

3. Instalar detectores vehiculares en todos los carriles para que el semáforo adecúe automáticamente sus tiempos de forma constante, de acuerdo con la demanda del momento. 

4. Rediseñar el semáforo para que cumpla con la normativa vigente y optimizar el orden en el cual se permiten las maniobras que necesitan realizarse en la intersección.

5. Implementar fases peatonales con pulsadores y con la duración y frecuencia adecuadas para garantizar un cruce peatonal seguro.

Es lamentable que nada de esto se haya intentado hacer en ninguna de las intersecciones en donde se proponen hacer pasos a desnivel. Implementar los carriles de giro necesarios y rediseñar la intersección quizás requiera de la eliminación de un puñado de árboles, pero eso es preferible a talar cientos de ellos, cambiarle por completo el paisaje a la avenida, y gastar millones de soles en una obra que, tal como se mostró en un video publicado en redes sociales por la asociación Cruzada Vial, traerá más problemas que soluciones. Además, el proyecto viola varias normas de diseño y seguridad vial del mismo Ministerio de Transportes y Comunicaciones.