“Estamos en un momento crítico. Lo que hemos hecho hasta ahora no es suficiente y el tiempo se agota”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“Estamos en un momento crítico. Lo que hemos hecho hasta ahora no es suficiente y el tiempo se agota”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
/ Giovanni Tazza
Kate Harrisson

El mundo está atravesando uno de sus momentos más decisivos. La crisis climática, que como humanidad hemos propiciado, nos está poniendo al borde del abismo y la representa, quizá, nuestra última oportunidad para poder hacerle frente. Entre el 31 de octubre y el 12 de noviembre, en Glasgow, los líderes mundiales revisarán el y establecerán nuevas metas que ayuden a mantener el aumento de la temperatura global en 1,5 grados, y evitar así los peores efectos del cambio climático.

Ante este panorama, el está liderando una agenda de acción climática global y el primer ministro Boris Johnson ha expresado que se realizarán compromisos extremadamente ambiciosos en cuatro prioridades: “carbón, autos, financiamiento y bosques”.

El primer punto es la transición a energías limpias (cero emisiones netas). Esta transición global ya ha iniciado y debe continuar. Para Alok Sharma, el presidente designado de la COP 26, esta cumbre debe marcar el envío de la energía de carbón a la historia y el inicio del transporte limpio. El plan incluye que los países se comprometan a ponerle fin a la venta de todos los vehículos terrestres contaminantes para el 2040. El Reino Unido se ha propuesto lograr esto incluso antes: en el 2030. De otro lado, al menos 90 países han actualizado sus contribuciones nacionales determinantes y todos los países del G7 han anunciado objetivos que los colocan en el camino hacia la neutralidad de carbono para el 2050; el Perú se ha sumado a este compromiso. Estas iniciativas son determinantes, pero insuficientes. Necesitamos que más gobiernos y otros actores, incluso el sector privado, tomen medidas más ambiciosas.

El financiamiento climático estará al centro del debate en Glasgow. Urge el compromiso político de los países desarrollados para aumentar fondos a favor de la naturaleza, especialmente en países en vías de desarrollo. La meta es de US$100 mil millones anuales para producción sostenible, protección de la naturaleza y de las comunidades que dependen de ella. Solo hace unos días, la presidencia de la COP 26 ha publicado el Plan de Cumplimiento del Financiamiento Climático, en el que se detalla la trayectoria para los países desarrollados en cumplimiento con la ambiciosa meta. Por su parte, el Reino Unido ha duplicado su Fondo Internacional del Clima, que asciende a £11.6 mil millones entre el 2021 y el 2025 y al menos £3 mil millones para la naturaleza. Sin financiamiento seguro, no obtendremos los resultados esperados.

A diferencia de otras cumbres, la COP 26 aspira a tener a la naturaleza (bosques) en el corazón de cada decisión. Como dijo Lord Zac Goldsmith recientemente, no habrá una verdadera solución frente al cambio climático hasta que no invirtamos en conservar y recuperar la naturaleza. Por eso, se discutirá acerca de la situación de los océanos, la deforestación, el cambio y uso de suelo, la transición a una agricultura sostenible a través del escalamiento de ciencia e innovación, y cómo se relaciona todo al aumento de la ambición climática. Se espera que en la COP 26, el Perú y otros países se adhieran a la Declaración de Líderes de Glasgow sobre los Bosques y el Uso de la Tierra, orientada a conservar y recuperar bosques y otros ecosistemas; facilitar políticas de comercio y desarrollo para producción y consumo sostenible; promover oportunidades de financiamiento privado y público para agricultura y bosques sostenibles, entre otros.

El Reino Unido se comprometió a realizar una cumbre inclusiva. Por eso, se abordarán las formas en que las mujeres, niñas y poblaciones vulnerables se ven afectadas y la importancia de su liderazgo y participación en la conducción de soluciones. Por eso, se tratará de poner al frente a las comunidades locales e indígenas para que compartan sus experiencias. Se espera incrementar el conocimiento de las pérdidas y daños en el debate mundial y cómo esta información se puede convertir en acción práctica para la adaptación al cambio climático.

La juventud será protagonista en estas negociaciones. Desde la Embajada Británica, hemos apoyado a los líderes peruanos que organizaron la primera Conferencia Local de la Juventud, en la que se produjo una declaratoria que involucró la participación de más de 1.500 jóvenes. Esta declaratoria será llevada a la COP 26 para que sea parte de las discusiones climáticas. Confiamos en que la participación de la delegación peruana dejará huella.

Estamos en un momento crítico. Lo que hemos hecho hasta ahora no es suficiente y el tiempo se agota. El Perú es uno de los países más vulnerables frente al cambio climático y, al mismo tiempo, uno de los más biodiversos, con la extensión de bosque Amazónico más importante luego de Brasil. Su participación en la COP 26 será clave. Esta es la oportunidad para colaborar juntos, animar a todos los actores a tomar acción y construir un mejor futuro para todos y todas.