"Un grupo de líderes empresariales peruanos viene hablando de cuestiones que subyacen a sus gremios e industrias". (Ilustración: Víctor Aguilar)
"Un grupo de líderes empresariales peruanos viene hablando de cuestiones que subyacen a sus gremios e industrias". (Ilustración: Víctor Aguilar)
Jorge Medina Méndez

Luego de más de cuatro décadas, el Business Roundtable (BRT), la organización que congrega a casi 200 CEO de las empresas más poderosas –entre ellas Apple, Amazon, VISA, JP Morgan, Johnson & Johnson, Walmart, Procter & Gamble, IBM y AT&T– rompió con un modelo de gobernanza empresarial que sostenía que las corporaciones existen principalmente para servir a sus accionistas. El BRT emitió la Declaración sobre el Propósito de una Corporación (DPC) comprometiéndose explícitamente a generar valor a todos sus ‘stakeholders’: clientes, empleados, proveedores, comunidades y accionistas.

Esta declaración, que en buena cuenta plantea una reforma al sistema capitalista, no ha podido ser más oportuna, pues cada vez más personas recurren a las grandes empresas ante la inoperancia de las políticas públicas incapaces de solucionar sus imperativos económicos y sociales. El Edelman Trust Barometer de este año, por ejemplo, señala que el 76% de la población mundial ve a los CEO como agentes de cambio. Pero no solo son los ciudadanos. Varios inversionistas importantes piensan igual.

Por ejemplo, Larry Fink, el CEO de Black-Rock, la mayor gestora privada de fondos del mundo, ha hecho enérgicos llamados a las empresas en las que invierte instándolas a desarrollar estrategias de largo plazo que no solo logren resultados económicos sostenibles, sino que contribuyan positivamente a la sociedad, beneficiando a todas las partes interesadas. Sin un sentido de propósito, dice Fink, ninguna empresa alcanzará su máximo potencial, sucumbirá a presiones y perderá la confianza de sus ‘stakeholders’ por sacrificar el largo plazo.

Pero Fink no está solo. El movimiento global Capitalismo Consciente –creado por John Mackey, fundador de Whole Foods Markets, y por el profesor Raj Sisodia, de Babson College– busca conectar, inspirar y activar a empresarios en diferentes regiones del mundo para ser verdaderos agentes de cambio. A su turno, Nick Hanauer, inversionista y uno de los pensadores más provocadores sobre el capitalismo y la creciente desigualdad social, argumenta a favor de una economía inclusiva, adaptable y con un propósito que beneficie a toda la sociedad.

De otro lado, académicos como el profesor de Harvard Michael Porter hablan de la importancia del valor compartido, que interrelaciona la competitividad y rentabilidad de una empresa con la salud de las comunidades en las que opera. Mientras que B Lab, otra iniciativa global, redefine el sentido de éxito de las empresas como: solucionar problemas sociales y ambientales a partir de los productos y servicios que comercializan. Hoy existen alrededor de 3.000 empresas en el mundo certificadas como B Corp.

La forma de hacer negocios está cambiando, pues no existe contradicción alguna entre resolver las necesidades humanas y ganar dinero. Cada vez hay más empresas que miden sus resultados utilizando índices humanos y socioambientales con la misma rigurosidad con que usan índices financieros.

Lo que hacen todas estas iniciativas es incorporar a los fundamentos del capitalismo elementos como el propósito, el liderazgo, la interdependencia con todas las partes interesadas y la cultura empresarial, basadas en la integridad, la confianza y la colaboración, con el fin de ayudar al desarrollo del mundo.

Y nada de esto es caridad o filantropía. Existe suficiente evidencia de que las empresas que tienen un elevado sentido de propósito, que tratan bien a sus empleados, que respetan el medio ambiente, que consideran a sus clientes y proveedores no como medios o instrumentos sino como fines en sí mismos, que articulan sus estrategias incorporando en ellas a las comunidades en las que operan, tienen resultados asombrosamente superiores. Por ejemplo, el estudio mencionado en el libro “Firms of Endearment” muestra que el rendimiento acumulado de las inversiones hechas en empresas conscientes durante el período de 1998 al 2013 superó en seis veces al rendimiento de las inversiones hechas en las empresas incluídas en el libro “From Good to Great” de Jim Collins, y en más de 14 veces al rendimiento de las inversiones hechas en las empresas S&P500.

En un contexto global de desconfianza en el capitalismo, la DPC emitida por el BRT augura una nueva era en el pensamiento empresarial y puede ayudar a restaurar la fe en los negocios y en los mercados, reforzando el concepto de que el capitalismo es el mejor sistema creado para generar bienestar.

En el plano local, un grupo de líderes empresariales peruanos viene hablando de cuestiones que subyacen a sus gremios e industrias. Una muestra de ello es que pronto traerán al Perú al profesor Raj Sisodia, uno de los fundadores del movimiento Capitalismo Consciente, para ser el expositor principal en la conferencia sobre negocios globales que organiza la UPC el 8 de noviembre, a la que asistirán importantes líderes empresariales. Será una buena oportunidad para reflexionar sobre el rol corporativo.