“Los cambios no siempre son sencillos, pero hoy más que nunca es importante innovar frente a ellos con el fin de ofrecer una educación de calidad que permita promover el desarrollo de las habilidades que los alumnos y alumnas necesitan para el futuro”. (Foto: GEC).
“Los cambios no siempre son sencillos, pero hoy más que nunca es importante innovar frente a ellos con el fin de ofrecer una educación de calidad que permita promover el desarrollo de las habilidades que los alumnos y alumnas necesitan para el futuro”. (Foto: GEC).
/ Archivo El Comercio
Florencia Sabatini

La educación dio un salto cuántico y es indudable que la pandemia ha ‘hackeado’ el modelo de educación tradicional. Puedo dar cuenta de esto no solo como ejecutiva de una empresa de tecnología que desarrolla soluciones para el mundo de la educación, sino también como madre. Cualquiera que tenga hijos en la escuela o en la universidad sabe que a partir de la llegada del , de un día para el otro, los espacios de las casas se convirtieron en aulas y la tecnología fue la única ventana capaz de conectar a nuestros hijos con sus docentes, con sus compañeros y con los contenidos educativos.

En el Perú, de acuerdo a cifras oficiales, en el último año unos ocho millones de escolares en un contexto en el que muy pocas instituciones educativas estaban preparadas para adaptarse al aprendizaje a distancia (de hecho, muchas ni siquiera lo tenían en sus planes). Además, se pusieron en relieve los problemas de fondo que existen desde hace tiempo en el país, como la brecha de acceso digital (solo el 39,3% de hogares peruanos tiene acceso a Internet, de acuerdo al INEI), hasta las condiciones desiguales en las que nuestros chicos y chicas están estudiando.

La adopción de las herramientas digitales para continuar el programa educativo del 2020 desde casa significó para todos los actores involucrados atravesar diferentes desafíos: los alumnos tuvieron que aprender a interactuar con su profesor y sus compañeros de forma diferente y generar nuevos hábitos de aprendizaje; los profesores se toparon con la necesidad de aprender a usar herramientas digitales y adaptar el material de sus clases a ese formato; los líderes y directivos de las instituciones tuvieron que reformular su manera de comunicarse con los padres y estos, a su vez, acompañar y facilitar el aprendizaje de sus hijos e hijas estando en casa. Todos ellos están aprendiendo sobre la marcha y desde diferentes lugares, sin el edificio escolar como elemento unificador.

Los cambios no siempre son sencillos, pero hoy más que nunca es importante innovar frente a ellos con el fin de ofrecer una educación de calidad que permita promover el desarrollo de las habilidades que los alumnos y alumnas necesitan para el futuro, tales como el pensamiento crítico, la comunicación y la creatividad, entre otras. , nuestro CEO, mencionó en un discurso que la tecnología por sí sola no mejorará la educación, pero puede ser una parte poderosa de la solución.

Con todo lo que nos dejó el 2020, es momento para la acción: tenemos que aprovechar sin perder el tiempo esta gran oportunidad porque la tecnología es un igualador de oportunidades. Es momento de demostrar todo lo que puede hacer aún en espacios tradicionales como la educación. En Google estamos comprometidos en difundir todo su potencial para construir un modelo educativo colaborativo que funcione en el futuro. Es importante que prestemos atención a las señales y tendencias que son capaces de potenciar la innovación sobre cómo enseñamos y cómo aprendemos cosas.

La reconversión de los modelos de educación se convierte en un tema central para formar jóvenes y ayudarlos a adquirir las capacidades y habilidades necesarias para el futuro. Debemos tomar a la tecnología como una herramienta, un complemento y una aliada para que los equipos educadores sean más productivos y permita que los alumnos se comprometan con el aprendizaje.

Necesitamos pensar más en el concepto de “la escuela en todos lados” (“The Anywhere School”). Este camino de transformación en la educación a partir de la tecnología recién está comenzando y desde Google for Education iremos acompañando a través de nuestras herramientas para que el aprendizaje sea cada vez más colaborativo. Creemos en que es posible contribuir a un modelo híbrido donde podamos combinar la metodología de enseñanza tradicional y el mundo digital para sacarle el mayor provecho. Esta es la clave para que la educación pueda seguir adelante.