(Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
(Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
Paul Keller

El nuevo primer ministro británico, , ha estado en el cargo solo dos semanas y ya enfrenta una crisis política cada vez más profunda. “El premierato de Boris Johnson colgando de un hilo”, fue el titular el viernes pasado. Esto puede ser ir demasiado lejos pero existe una posibilidad real de que los partidos de oposición intenten derrocar al gobierno minoritario de Johnson para tratar de forzar una elección anticipada en los tres meses previos a que Gran Bretaña abandone la Unión Europea. Por su parte, Johnson, un político populista y altamente divisivo, confía en que nada, ni siquiera sus muchos opositores en el Parlamento, puede impedirle llevar a cabo su promesa de “hacerlo o morir”, con respecto a sacar al Reino Unido de Europa .

Sin embargo, tal bravuconería debe ponerse en contexto. Si bien Johnson ha descartado oficialmente la necesidad de convocar elecciones anticipadas antes de octubre para respaldar su estrategia para el , su control del poder es precario en el mejor de los casos. El apoyo al gobierno conservador en el Parlamento se redujo a una mayoría de un escaño, luego de en una elección local especial en la primera semana en el cargo de Johnson. Al presionar a sus aliados, el gobierno probablemente podría lograr algunos votos más en el Parlamento, pero no mucho más. Gobernar dentro de los márgenes más estrechos hará que la tarea de Johnson sea aún más desalentadora. En palabras de un comentarista político: “Johnson enfrenta el desafío más difícil de cualquier líder desde el final de la Segunda Guerra Mundial: entregar el ‘brexit’ en octubre y unir a una nación amargamente dividida”.

Cuando la nueva sesión parlamentaria comience el próximo mes, el bloque del gobierno podría ver sus propuestas rechazadas rápidamente por una coalición de opositores liderada por el Partido Laborista. Peor aún, podría enfrentar la rebelión de los disidentes dentro de las filas conservadoras, todos los cuales se oponen al ‘brexit’ “sin acuerdo” o creen que el Reino Unido debería permanecer dentro de la UE. Dicen que abandonar la UE sin un acuerdo de divorcio con Bruselas sería catastrófico para la economía británica en las próximas décadas.

En un intento por frustrar estos planes, se esperaba que el líder laborista Jeremy Corbyn convocara un voto de desconfianza contra el gobierno apenas la ex primera ministra , forzada a renunciar después de no llegar a un acuerdo sobre el ‘brexit’. Hace casi exactamente un mes que ella se fue y aunque Corbyn aún no se ha movido la especulación sobre un sangriento enfrentamiento final entre los legisladores pro- y ‘antibrexit’ persiste. Contra el debilitado bloque conservador, Corbyn esperaría ganar la votación y, suponiendo que no se forme un gobierno alternativo dentro de los 14 días posteriores, obligaría a Johnson a convocar elecciones anticipadas. Esto les daría a los votantes británicos una última oportunidad para rechazar el plan de abandonar la UE después de casi 50 años de membresía, y votar por un propuesto ‘gobierno de unidad nacional’ que incluiría a los políticos laboristas, socialdemócratas, del Partido Verde y a los conservadores rebeldes. Pero incluso si la moción de no confianza fuese exitosa, Johnson podría optar por permanecer en el cargo hasta haber logrado el ‘brexit’. También sería extremadamente difícil organizar cualquier elección antes de la fecha límite del 31 de octubre.

Aun así, los funcionarios del gobierno conservador ya se están preparando para una batalla electoral. Incluso se especula que Johnson podría verse tentado a celebrar elecciones anticipadas antes de la fecha límite del ‘brexit’ con la esperanza de ganar más escaños, lo que le permitiría reclamar apoyo público para el ‘brexit’. Pero tal decisión conlleva enormes riesgos –con la opinión pública aún dividida en torno al ‘brexit’–. Como no es necesario convocar elecciones antes del 2022, es poco probable que el primer ministro se la juegue antes de octubre.

Es más probable que Johnson intente impulsar el ‘brexit’ en octubre y luego llame inmediatamente a lo que su estratega de campaña y archipopulista, Dominic Cummings, calificó como una elección del “pueblo contra los políticos”.

Si bien es cierto que su gobierno estará bajo presión cuando el Parlamento regrese en setiembre, el hecho es que se está acabando el tiempo para que los legisladores encuentren los medios legales para bloquear la salida de Gran Bretaña de Europa en Halloween. Para sus enemigos políticos, la posibilidad de que sea demasiado tarde para evitar que Boris Johnson logre el ‘brexit’ es realmente una pesadilla.