"En suma, este 2022 seguiremos generando empleo y bienestar, reduciendo desigualdades y asegurando la estabilidad macroeconómica" (Ilustración: Giovanni Tazza).
"En suma, este 2022 seguiremos generando empleo y bienestar, reduciendo desigualdades y asegurando la estabilidad macroeconómica" (Ilustración: Giovanni Tazza).
Pedro Francke Ballvé

Tras dos olas de una terrible pandemia, que ha dejado la pavorosa cifra de más de 200.000 peruanos fallecidos, cerramos el año pasado con el 80% de la población objetivo vacunada con dos dosis y un crecimiento del PBI del 13%.

Son resultados que superan sustancialmente las proyecciones que los observadores independientes hacían hace pocos meses. El mismo Ministerio de Economía y Finanzas (MEF) en la anterior gestión proyectaba un crecimiento del 10% para este año; el 3% adicional es un logro excepcional que merece subrayarse. No se trata solo del rebote esperado tras un año de pandemia, es producto también de las medidas tomadas para reactivar la economía.

No son los únicos resultados alentadores. Entre julio y octubre, el Gobierno ha logrado la generación de 340.000 empleos formales; además de recuperar todo lo retrocedido en la pandemia, se han creado 120.000 puestos de trabajo adicionales, cifra importante pero aún insuficiente ante las grandes necesidades de empleo. Son datos “duros” logrados gracias al fuerte crecimiento de la inversión privada, que ha crecido 35% este año, también bastante más que un rebote, ya que es un valor 13% superior al del 2019 (prepandemia). Aportó también el alto nivel de inversión pública, que superó los 39 mil millones de soles, creciendo 38% y superando en más de 6 mil millones de soles al anterior récord del 2018. Y frente a la inflación, fenómeno que golpea a todo el mundo, no optamos por un nocivo control de precios, sino por apoyar con el bono Yanapay de 350 soles a 13.5 millones de peruanos y generando 100.000 empleos temporales adicionales, promoviendo así la demanda. Todo ello, mientras en paralelo redujimos el déficit fiscal de 8,9% a menos del 2,8%, que entre las principales economías de la región es el más bajo. Estos son los datos duros.

¿Qué se viene en los meses próximos? Insistiremos en promover la inversión privada. Conflictos como en Las Bambas merecen soluciones dialogadas, mientras las “mesas ejecutivas” con participación de entidades del Estado y empresas permiten resolver problemas concretos que traban sectores claves. El objetivo es promover nuevos motores de crecimiento y diversificarnos productivamente. La última mesa instalada ha sido la de proveedores mineros, cuya potencialidad he constatado al visitar una empresa nacional que produce máquinas tuneleras que se venden en diversos continentes. Sacaremos pronto una mesa para la industrialización rural de productos lácteos y nuevas medidas en favor del turismo.

Una prioridad son los sectores acuícola y forestal, de enorme potencial para el desarrollo productivo regional, quienes tendrán un nuevo empuje con los beneficios tributarios aprobados de depreciación acelerada y reducción de Impuesto a la Renta. En esa misma línea, hemos gestionado un apoyo de US$300 millones de la KFW de Alemania para el desarrollo del sector forestal y de los bosques, y otro con el Banco Mundial por US$20 millones para el aprovechamiento sostenible de nuestra biodiversidad. Estamos seguros de que estos sectores tendrán un despegue sostenido similar al que hemos visto con la agroexportación.

De otro lado, aplicaremos con rapidez el Presupuesto 2022, aprobado en forma casi unánime en el Congreso, el que prioriza el cierre de brechas en salud, educación, apoyo a la agricultura y conectividad en zonas rurales. Seguiremos priorizando la vacunación y la salud, así como el retorno seguro a las aulas. En este trimestre tendremos nuevas normas que facilitarán reactivar obras paralizadas.

Las inequidades que persisten en nuestro país hacen necesario acelerar la inversión social, avanzando hacia las metas nacionales de gasto en educación y salud de 6% del PBI, así como en el cierre de la brecha de infraestructura que supera los S/360 mil millones. La mayor velocidad en atender esas necesidades exige elevar una presión tributaria que es todavía siete puntos menos que el promedio regional. La evasión y elusión tributarias serán más fuertemente combatidas. Pero debemos también avanzar hacia un sistema tributario más progresivo, política que forma parte de las recomendaciones de la OCDE y del Banco Mundial. La minería, con un precio del cobre a US$4,30 la libra, ha recibido ingresos adicionales por más de US$13 mil millones. Su aporte fiscal es importante, pero como indica un informe técnico del FMI, puede compartir solidariamente más sin afectar su competitividad. Nuestras pymes, por su parte, merecen un mejor trato con un sistema simplificado. Persistiremos en la búsqueda de una amplia concertación para que se aprueben las leyes requeridas para ello.

En suma, este 2022 seguiremos generando empleo y bienestar, reduciendo desigualdades y asegurando la estabilidad macroeconómica, siguiendo con lo bueno y cambiando lo que se requiere. Para seguir avanzando por ese camino, la concertación y la gobernabilidad democrática son requisitos esenciales con los que reiteramos nuestro compromiso.