Raúl Jacob Ruisánchez

Por más de tres décadas, el Perú creció sostenidamente al ser un destino de inversiones predecible y competitivo en el mercado internacional. Sin embargo, los últimos 12 meses han estado marcados por una exacerbada conflictividad social en las principales regiones , así como por la poca comprensión de nuestros actuales gobernantes sobre las bondades y enormes oportunidades que tiene el Perú y el rol que juega nuestro sector en el impulso al desarrollo nacional.

Como representantes de un sector que constituye un importante motor de la economía, esta situación nos exige redoblar esfuerzos y seguir trabajando por el desarrollo de las industrias minera, de hidrocarburos y eléctrica. Estas, en conjunto, tienen el potencial de poner nuevamente al Perú en la ruta hacia el desarrollo económico, favoreciendo el progreso de los peruanos.

Concretar este desafío tiene un impacto social de gran importancia. Hoy, más de 7,5 millones de peruanos dependen directa e indirectamente del trabajo que generan las empresas minero-energéticas. Además, el sector representa el 70% de las exportaciones del país, el 42% de los impuestos que pagan las empresas, el 23% de toda la inversión privada y el 12% del PBI.

La historia de nuestra Nación no se detiene y está, sin duda alguna, ligada al quehacer de las actividades productivas mineras, de hidrocarburos y eléctricas. La Sociedad Nacional de Minería, Petróleo y Energía () se fundó hace 126 años con el objeto de contribuir al progreso nacional a través del crecimiento sano de nuestras actividades. Continúa incólume nuestra apuesta por invertir en el Perú, con el mismo compromiso que sostuvimos en otros momentos históricos de dificultad y crisis nacional.

Hoy, debemos redoblar esfuerzos, pues tenemos por delante retos del siglo XXI que ya empiezan a desplegarse con claridad: la transición energética, la lucha contra el cambio climático, eliminar las terribles disparidades sociales y brindar oportunidades de progreso a todos los ciudadanos.

Con las inversiones del sector minero energético se crean empleos directos e indirectos, trabajo formal en condiciones adecuadas y seguras, se promueve una dinámica productiva con otros sectores de proveedores, de empresas medianas, pequeñas y comunales, de trabajo en zonas alejadas.

En este contexto, desde la SNMPE, ratificamos el compromiso de seguir sumando esfuerzos con todos los peruanos para trabajar por el desarrollo del Perú a través del empuje del sector minero energético, generando bienestar a la población, así como fortaleciendo la gobernabilidad e institucionalidad democrática del país.

Raúl Jacob Ruisánchez es presidente de la SNMPE