"Esta empresa dice que la medida producirá una bajada y no una subida del precio de la electricidad para el consumidor final".
"Esta empresa dice que la medida producirá una bajada y no una subida del precio de la electricidad para el consumidor final".
/ DIANA CHAVEZ
Daniel Hermoza

Mercantilista es la empresa que busca usar el poder del Estado para beneficiar sus propios intereses, ganando en la cancha de los reglamentos lo que tendría que ganar en la del mercado.

Pues bien, el sector eléctrico peruano está viviendo la embestida mercantilista de una gran empresa china, la principal distribuidora de electricidad en el país, quien está próxima a lograr que y el acaben obligando a las productoras de electricidad en base a gas a declarar falsamente sus compras de este hidrocarburo como un costo variable. Ello obligaría a estas generadoras a subir sus precios, para perjuicio del consumidor final y de miles de mypes.

Por razones obvias, normalmente las campañas mercantilistas son ocultas. Esta, sin embargo, no ha tenido ese pudor y ha ocurrido en medios.

De hecho, el Comité de Operación Económica del Sistema Interconectado Nacional (COES) acabó proponiendo la medida mencionada al Osingermin solo luego de que los miembros de su directorio –según consta en sus propias actas, aunque parezca mentira– se expresaran elocuentemente en contra de la misma. Y el Osinergmin terminó apoyándola después de que sus propias autoridades dijesen que subiría el precio de la electricidad para el consumidor final.

Difícil entender esto sin la presión de la empresa que, por ejemplo, envió cartas intimidatorias a todas las autoridades que debían pronunciarse sobre el tema (según denunció en los medios el propio COES) y que esgrime que una sentencia de la Corte Suprema habría ordenado el cambio regulatorio que ella busca (lo que no solo es inexacto sino que hubiera supuesto violar la independencia técnica que da la ley a los organismos especializados).

Esta empresa dice que la medida producirá una bajada y no una subida del precio de la electricidad para el consumidor final. Es decir, dice que subirá el trigo pero bajará el pan. ¿Cómo puede sostener algo así? Manipulando.

Dice la empresa que la tarifa al consumidor final bajará si sube el precio de los productores a gas porque en ese caso el Estado cobrará menos al consumidor para subsidiar a los productores de en base a sol y viento.

Lo que no dice es que este subsidio suma menos del 3% de la tarifa que paga el consumidor final de electricidad, mientras que el precio que cobró el generador compone el 49% de la tarifa.

La empresa se aprovecha de que la subida no ocurrirá inmediatamente porque quienes como ella distribuyen la electricidad a los consumidores finales tienen comprada suficiente provisión de electricidad como para poder venderla tres años más (hasta 2024) a los precios actuales. Pero cuando esos contratos se venzan y ellos tengan que volver a comprar electricidad a las termoeléctricas, deberán pagar los nuevos precios que estas estarán obligadas por ley a cobrar. Nuevo precio que las distribuidoras luego trasladará a los hogares.

Por otra parte, quienes adquieren la electricidad directamente de los generadores, y no de distribuidores como la empresa en cuestión, entre los que estamos las mypes, sí enfrentaremos un alza inmediata de hasta 40% en nuestros nuevos contratos.

Finalmente, en esta posibilidad de adquirir directamente de las generadoras que tenemos quienes alcanzamos suficiente tamaño para ser considerados por la regulación “clientes libres” está la clave del interés de la empresa en este asunto: muchos usuarios hemos venido optando más y más por comprar directamente a las generadoras conforme el precio de estas ha ido bajando.

Es decir, este asunto trata del mantener el negocio concreto de una empresa que compró provisión de electricidad para varios años a precios altos y ahora no puede competir con quienes logran ofrecerla a precios más bajos. Y solo puede describirse como una auténtica vergüenza que dicha empresa esté logrando empujar al Estado a usar su poder parar lograr esto, en contra del interés de los consumidores y del país.