(Foto: Andina/Referencial)
(Foto: Andina/Referencial)
J. Eduardo Ponce Vivanco

Compitiendo por la paternidad de la iniciativa de invitar al mandatario de , el portal www.regiónpuno.gob.pe informó: “Tras solicitud del Gobernador Regional de este 26 de mayo, el Jefe de Estado y el Presidente boliviano Evo Morales se reunirán en Lima”. La noticia se publicó el 12 de mayo, un día después de que la portada de “La República” citara una declaración del presidente: “A Evo ya le planteé traer gas de Bolivia”. Trátese de transportar el gas por ducto o por camiones, es en extremo preocupante que nuestras propias autoridades estén propiciando una indeseable dependencia energética con ventaja para un país que ha sido –y no dejará de ser– un elemento crítico del contexto geopolítico e histórico de nuestras relaciones de vecindad en una región crucial como el sur del Perú.

Ambicionar un triunfo político o evitar conflictos sociales a cualquier costo pueden ser objetivos de política interna, pero es claro que no comulgan con la responsabilidad que exige el manejo de las variables diplomático-estratégicas en una macrorregión económicamente privilegiada por yacimientos de minerales que tendrán un valor cada vez mayor en el mercado global. Así lo destaca el estudio “Mining the future” de la prestigiosa revista “Foreign Policy”, fundada por el famoso profesor de Harvard Samuel Huntington (autor de “El choque de civilizaciones y el nuevo orden mundial”) y dirigida por Moisés Naím. Concluye que concentrar derechos para explotar los yacimientos de ciertos minerales –litio y cobre– es de mayor importancia para la economía y la seguridad mundiales que la furibunda competencia USA-China por dominar la tecnología 5G y el espacio global del Internet.

Esta es una glosa del resumen ofrecido por la revista:

“No puede fabricarse ningún teléfono, tableta, automóvil o satélite que transfiera sus datos […] sin ciertos minerales y metales enterrados en un número sorprendentemente pequeño de países. Operando nichos de mercados de transparencia limitada y en países políticamente inestables, empresas chinas han acaparado la oferta […] mediante una combinación de inversiones estatales directas o financiadas con capital del Estado, vía entendimientos a largo plazo, a veces asumiendo pérdidas. Analizando en profundidad informes y revelaciones, mapeando el flujo de contratos, cuantificando posiciones accionarias directas e indirectas, y mediante otras investigaciones básicas, FP Analytics ha producido el primer estudio consolidado sobre el poder de mercado sin precedentes que China ha concentrado […] con implicaciones de largo plazo para el resto del mundo”.

La importancia capital de la minería de litio y cobre debería preocupar al gobierno central por los conflictos que, con el apoyo de los gobiernos regionales, bloquean grandes proyectos para explotar el litio de Macusani en Puno (40 mlls. de TM) o el cobre de Tía María en Arequipa. Un país que parece condenado a perder grandes oportunidades no puede consentir que gobernadores antimineros mendiguen el respaldo de Evo Morales, el único aliado sudamericano de Cuba y Maduro. ¿Acaso Aduviri no sabe que su mentor Morales se ha consorciado con las empresas ACI Systems GmbH (alemana) y TBEA-Baocheng (china) para explotar litio a gran escala, lo que desplazará al Perú que aún no se posiciona en el mercado?

Como si estuviéramos “durmiendo con el enemigo”, los gobernadores del sur no solo cuentan con el apoyo o complacencia del gobierno central sino con el respaldo de colegas como el gobernador de Moquegua (proponente de un discriminatorio impuesto de 10% a la minería nacional), amén de otros que liquidaron proyectos para explotar oro, importante activo de reserva en el mercado mundial.

Esperemos que el presidente Vizcarra sea consciente de que la agenda real de Aduviri es de una clara inspiración separatista.