Avenida Javier Prado: cinco propuestas para resolver el tráfico
Avenida Javier Prado: cinco propuestas para resolver el tráfico
Roy Ventura

Todos los días, los ciudadanos atraviesan innumerables vicisitudes producto de un problema común: la crisis del transporte. Un colapso que se refleja en el conductor que se pasa la luz roja, en el que tiene la licencia vencida, en el que conduce a exceso de velocidad, en el que recoge usuarios en paraderos informales, en el que coimea al policía (problema mayor cuando este lo permite), en el que ocasiona accidentes (o tragedias) y se da a la fuga, etc.

A esto se suma la deplorable presencia de personas dispuestas a ‘limpiar’ los historiales de los infractores, acrecentando la sensación de impunidad. Y no se trata de un caso aislado. La misma situación la encontramos, por ejemplo, al momento de hacer trámites para obtener la licencia de conducir con ‘facilitadores’ conscientes de que la burocracia los beneficia.

Según la última encuesta de Ipsos para El Comercio, los cinco principales problemas para los peruanos son: corrupción, delincuencia, educación inadecuada, desempleo y pobreza. Extraña que el transporte no se ubique en esta lista, pues diariamente nos afecta a todos. Más aún si consideramos que, en los últimos 12 años, los accidentes de tránsito han alcanzado la aterradora cifra de alrededor de 60 mil muertes documentadas, y que la ONU sostiene que el Perú registra cada año pérdidas de US$1.000 millones por accidentes viales. Ese dinero sería más que suficiente para implementar una política integral de seguridad vial que empiece en las escuelas.

¿La (ATU), propuesta en julio del 2017 por el entonces presidente Pedro Pablo Kuczynski, es una alternativa para solucionar este caos? Sería un buen punto de partida, pero es necesario que la nueva gestión exponga su posición al respecto. Esperamos que el primer ministro, César Villanueva, lo haga cuando se presente en el Congreso el próximo 2 de mayo, ya que el actual ministro del sector tampoco se ha manifestado sobre ello.

El Congreso cumplió con su compromiso de priorizar la iniciativa. La Comisión de Transportes y Comunicaciones, que presido, realizó tres mesas técnicas con la Municipalidad Metropolitana de Lima, la Municipalidad Provincial del Callao, el Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) e instituciones competentes. Se alcanzó un consenso, aprobamos el dictamen y podría verse en el pleno luego de debatirse el voto de confianza.

Sin embargo, la ATU no es la única alternativa. El año pasado presenté un proyecto de ley que plantea redefinir el Régimen de Gestión Común de la Ley Transporte y Tránsito Terrestre (Ley 27181), agregando dos incisos que permitirían que dos ciudades colindantes, de cualquier nivel de gobierno, puedan alcanzar acuerdos con el fin de brindar un servicio oportuno y eficiente del transporte público.

Además, este proyecto agrega la intervención del Ministerio de Vivienda para precisar si es que existe continuidad vial entre las jurisdicciones en conflicto. La propuesta de la ATU nace porque en los últimos años Lima y Callao no lograron establecer este régimen, que actualmente tiene los vacíos que el proyecto de mi autoría busca subsanar y que además sería más sencillo de establecer en el resto del país.

En las próximas semanas el ministro Edmer Trujillo se presentará ante la Comisión de Transportes para exponer los lineamientos generales de su gestión. Esperamos que sus objetivos tengan una característica necesaria para todo el que ejerce un cargo público: empatía con la población.

La crisis del transporte no se solucionará solo creando nuevas leyes, por más garantías de prevención y sanciones que se establezcan. La solución parte por resolver la crisis institucional del sector. Desde casos tan sonados como el ‘club de la construcción’ hasta funcionarios implicados en conflictos de intereses con empresas que brindan servicios al propio ministerio.

En síntesis: necesitamos que el ministro nos diga cuál es su plan anticorrupción para el MTC. La lucha contra la ilegalidad e informalidad debe iniciarse en la institución para verse reflejada en el ciudadano.

Por tal motivo, saludo la destacada campaña impulsada por este Diario, un llamado a la conciencia para seguir trabajando por el cambio de actitud de autoridades y ciudadanos. Debemos apuntar a un cambio social, que vea en el transporte parte elemental para el desarrollo del país.