Un grupo de personas se aglomera en un paradero de un bus de transporte público, el pasado 26 de mayo, en Lima. (Foto: Violeta Ayasta).
Un grupo de personas se aglomera en un paradero de un bus de transporte público, el pasado 26 de mayo, en Lima. (Foto: Violeta Ayasta).
Javier Portocarrero

Nos demoramos una eternidad en ordenar los mercados populares. Con una acción oportuna y eficaz, nos hubiésemos ahorrado algunas semanas de cuarentena (recordemos que cada una nos está costando alrededor del 1% del PBI; unos S/7.600 millones). ¿Se repetirá esta historia con el transporte público, ahora que estamos levantando gradualmente el confinamiento?