“Después de todo, el dinero no es moral o inmoral, aunque el uso que se le da sí lo es”. (Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
“Después de todo, el dinero no es moral o inmoral, aunque el uso que se le da sí lo es”. (Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
/ Víctor Aguilar Rúa
Alonso Cueto

Los peruanos tenemos una relación ambigua y dramática con el dinero. En las acusaciones por corrupción siempre se ha enfatizado la cantidad con la que se habría comprado alguna decisión. La mención del dinero está asociada a la de la corrupción. Una antigua convicción de muchos es que la riqueza de algún individuo debe haberse conseguido a través de la explotación de los demás. Con mucha frecuencia pensamos, quizá por herencia cultural, que el dinero es de por sí inmoral. La idea de que puede ser fruto del esfuerzo y del trabajo no ha terminado de calar entre muchos de nosotros.