Destrucción de la economía, por Federico Salazar
Destrucción de la economía, por Federico Salazar
Redacción EC

El mensaje a la nación del presidente Humala anuncia un giro de ciento ochenta grados en la conducción económica. Ese será el resultado, si se ejecuta el Plan Nacional de Diversificación Productiva (PNDP).

En los últimos veinte años se quitó al Estado de las decisiones relacionadas con la producción. Qué se produce, a qué precios, con qué márgenes de utilidad han sido preguntas que se dejaba responder al mercado.

El plan aprobado deja de lado al mercado y lo reemplaza por la burocracia. “El Estado, ha dicho Humala, va a asumir el rol de identificar, junto al sector privado, los sectores que tienen el mayor potencial para darles las condiciones necesarias para su despegue…”.

El Estado no tiene que identificar nada. La única forma de identificar a quienes tienen “potencial” es el sistema de la ganancia y la pérdida empresariales.

El que tiene ganancias ha hecho bien las cosas. El que tiene pérdidas, mal. La condición para que esto funcione es que el Estado no intervenga. Ni las ganancias ni las pérdidas deben provenir de alguna intervención parcializada del Estado.

Si los funcionarios deciden quién tiene “potencial” y lo favorecen, entonces deja de funcionar el mercado.

El gobierno ha creado un Centro de Innovación Tecnológica Productivo, en Madre de Dios, para “mejorar la calidad, productividad, información e innovación para el desarrollo competitivo de las diferentes etapas de transformación y producción agroindustrial, madera y muebles, así como otros productos industriales…”.

Este CITE Productivo será parte del “ámbito” del Instituto Tecnológico de la Producción. Podrá crear oficinas o Unidades Técnicas “en cualquier lugar del territorio nacional”.

Por otro lado, el Centro de Innovación Tecnológica Productivo tendrá una unidad técnica de transformación productiva, en Madre de Dios, con competencia a nivel nacional.

El CITE Productivo tendrá un Consejo Directivo, con representantes de los ministerios, además de un director ejecutivo, designado por el Ministerio de la Producción. También habrá un Consejo Consultivo.

Las ideas de cómo producir y cómo mejorar los costos de la producción ya no tendrán que salir de las empresas que enfrentan la competencia. ¡Albricias!, de eso se ocupará esta poderosa pirámide de funcionarios.

Los CITE serán las extremidades del Consejo Nacional de Diversificación Productiva (CNDP). Contará con “brazos ejecutores” como el Fondo para la Innovación, Ciencia y Tecnología (FINyT), el Fondo de Investigación y Desarrollo de la Competitividad (Fidecom), el Instituto Tecnológico de la Producción (ITP) y el Instituto Peruano de la Calidad (Ipecal).

Contaremos con 15 centros de innovación tecnológica (CITE) “que al 2015 mejoren la productividad de 2.000 empresas”.

La producción debe guiarse por la demanda. Cualquier interferencia en ese proceso solo lleva a aumentar los costos de la producción, de la gestión pública y a destruir el mecanismo de asignación de recursos.