(Ilustración: Víctor Aguilar)
(Ilustración: Víctor Aguilar)
Alonso Cueto

El destino de Diego Armando Maradona, natural de Villa Fiorito, es inseparable de su origen. Villa Fiorito es una zona humilde, poblada en su origen por inmigrantes italianos que habían traído el culto a la Virgen de Nuestra Señora de la Abundancia. Es un culto irónico en una de las zonas más humildes del sur de Buenos Aires. Es por eso que cuando Maradona recordaba su infancia en ese lugar, decía que solo una palabra la venía a la mente, “lucha”. El culto a su madre Tota, de quien nunca se desprendió, y el hecho de ser un hijo esperado después del nacimiento de sus cuatro hermanas, sembraron en el niño una ambición descomunal: cumplir con su destino señalado, trascender y a la vez representar su lugar de origen. Ser, en otras palabras, una figura mundial sin dejar de ser el niño en un barrio pobre con familia numerosa.