Es burdo. El Gobierno remplazará el programa de alimentación escolar Qali Warma por un nuevo sistema, denominado Wasi Mikuna.
El ministro de Desarrollo e Inclusión Social, Julio Demartini, ha optado por la eliminación de Qali Warma debido a las incontables denuncias sobre distribución de alimentos en mal estado y corrupción.
En el Perú, primero viene el nombre y luego el diseño de la nueva institución. Eso quiere decir que el cambio de nombre es solo un engaña muchachos.
Qali Warma fue denunciado por proveer alimentos en mal estado. Hay denuncias que señalan que sustituía la carne de res por carne de caballo.
Hay denuncias de un colegio de Chincha sobre avena avinagrada, así como de intoxicación de escolares en el colegio Gamaliel Churata, en Cabana, Puno. También se encontraron larvas de gusano en centros educativos de La Matanza, en Morropón, Piura.
La comunidad altoandina de Negropampa, Cajamarca, también recibió alimentos en mal estado. Latas de conserva de pollo en mal estado fueron denunciadas en el colegio Sagrado Corazón, en el poblado de Yacila, en Paita, Piura.
En las conservas objeto de las denuncias se informa de presencia de materia negra (heces, probablemente de ratas), hongos, texturas anormales y contenido en mal estado.
El Ministerio Público informa que se investigan 15 casos en las Fiscalías Anticorrupción sobre Qali Warma. Dina Boluarte, actual presidenta, tiene una denuncia por Qali Warma, cuando fue ministra de Desarrollo e Inclusión Social. La defensa de la mandataria se hace con cargo al presupuesto del ministerio.
Julio Demartini fue viceministro de Dina Boluarte. Ahora es uno de los más acérrimos defensores de la presidenta. Ante la acumulación de denuncias y la exhibición de evidencia de los malos manejos en Qali Warma, Demartini debió renunciar. No lo hizo. Será interpelado, pero el Congreso desestimó censurarlo.
El programa de alimentación maneja un presupuesto de más de S/2.000 millones. Distribuye más de 157.000 toneladas de alimentos para 65.000 escuelas, para atender a cuatro millones de escolares.
Cambiar por otro el nombre de Qali Warma, en vez de sacar al ministro, es una jugada burda. Apenas 32 congresistas votaron en contra de la censura.
La protección de la presidenta y de los congresistas con los que tiene alianza cubre a Demartini. Lo que no cubre son las denuncias de manejo ineficiente del programa alimentario y de, incluso, denuncias sobre corrupción.
Bajo nuevo nombre, todo seguirá igual: de mal en peor.