(Ilustración: Víctor Aguilar)
(Ilustración: Víctor Aguilar)
Luis Millones

Lo que nos altera del COVID-19 es su carácter universal. No hay espacio en el mundo que esté libre de su amenaza, y no hay remedio contra él. Estas características lo hacen aterrador. Por lo inevitable, ha generado una conducta de salvación (cuarentena, limpieza, distancias para evitar el contagio, etc.) que no pasa de ser una esperanza incompleta. ¿Cuándo fue la última vez que el planeta Tierra tuvo frente a sí un peligro semejante?