De la expectativa a la impaciencia, por Alfredo Torres
De la expectativa a la impaciencia, por Alfredo Torres
Alfredo Torres

Los primeros cien días de gobierno se cumplieron hace una semana, pero la ciudadanía ya empieza a mostrar signos de impaciencia ante la gestión pública. La aprobación del presidente Pedro Pablo Kuczynski cae de 55% a 51% y la del primer ministro Fernando Zavala de 37% a 35%. Al declinar el apoyo al gobierno, la imagen de las líderes de la oposición se incrementa. Keiko Fujimori pasa de 38% a 41% y Verónika Mendoza de 31% a 34%. 

Cuando se evalúan los poderes del Estado, el Ejecutivo sigue teniendo una mayor aprobación (49%) que el Congreso de la República (37%) y el Poder Judicial (28%). La evaluación popular del Congreso puede ser la resultante de la imagen algo más favorable de su presidenta, Luz Salgado (42%), y la del partido mayoritario, Fuerza Popular (35%), ya que la aprobación del partido oficialista Peruanos por el Kambio (33%) y de las demás agrupaciones es menor. En realidad, el desempeño de todos los partidos es desaprobado por la mayoría de la población.

El gobierno presentó un detallado informe a la ciudadanía de lo que habían sido sus primeros 100 días de gestión un poco antes de cumplirse ese plazo. A pesar de ello, la evaluación ciudadana sobre los primeros avances es más bien crítica. Se aprecian progresos en el destrabe de proyectos de infraestructura y en educación. En los demás campos considerados, la evaluación es negativa. Cabe señalar que la encuesta se hizo antes de la divulgación del primer paquete de normas de simplificación administrativa, anunciado por Zavala.

La evaluación de los primeros 100 días de Fuerza Popular, el partido que controla el Congreso, también muestra resultados mixtos. De un lado, la mayoría aprueba actitudes de colaboración como el voto de confianza o la delegación de facultades. Del otro, la mayoría desaprueba actitudes de no colaboración como la no participación de la presidenta del Congreso, Luz Salgado, en el Consejo de Seguridad Ciudadana. En el caso de la elección de los directores del BCR, lo más relevante es que la mayoría no está al tanto del tema. Entre los que están informados, la mayoría está en desacuerdo con los tres nombres elegidos por el Congreso.

La menor evaluación entre los poderes del Estado la tiene el Poder Judicial (28%). Para la opinión pública, los principales problemas de la justicia peruana son la corrupción (76%), los abusos de autoridad (40%) y la falta de preparación de los jueces (33%). A su vez, las principales razones por las cuales algunos jueces liberan presuntos delincuentes que han sido capturados por la Policía Nacional, como ocurrió recientemente, son la corrupción (73%) y el temor a amenazas (40%) y las principales consecuencias de estas decisiones son que los liberados volverán a delinquir y que las mafias sabrán que pueden pagar a ciertos jueces para evadir la justicia.

La corrupción y la violencia son las mayores preocupaciones ciudadanas y, por consiguiente, la gran mayoría pide sanciones drásticas para quienes incurren en ese tipo de delitos, incluyendo la “muerte civil” para aquellos que han sido condenados por actos violentos, que incluyeron la muerte de personas (homicidio, terrorismo) y aquellos que fueron condenados por corrupción. Para la ciudadanía, los responsables de estos delitos deben ser inhabilitados de por vida, tanto para postular a cargos públicos (87%) como para trabajar para el Estado (83% si es por corrupción y 73% si es por violencia). 

La reunión del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC, por sus siglas en inglés) en los próximos días y la Conferencia Anual de Ejecutivos (CADE) a fin de mes le darán seguramente un respiro al gobierno. La visita de destacadas personalidades del mundo, la promulgación de diversas normas en el marco de las facultades delegadas y los anuncios de proyectos de inversión para el próximo año son oportunidades que el gobierno seguramente aprovechará para fortalecer su imagen. Necesita hacerlo bien para entrar con buen pie en el 2017, un año crucial para su gestión, ya que luego es previsible que el Congreso se torne más crítico y le sea más difícil al Ejecutivo avanzar hacia el logro de sus objetivos.