"Fidel, Gabo y Castilla", por Marco Aurelio Denegri
"Fidel, Gabo y Castilla", por Marco Aurelio Denegri
Redacción EC

En octubre del 2012 se cumplieron treinta años del otorgamiento del Premio Nobel de Literatura a Gabriel García Márquez. Con este motivo se celebraron en Colombia diversos actos conmemorativos del otorgamiento y además se publicaron en diarios y revistas suplementos especiales al respecto. Aquí tengo, precisamente, el que publicó el diario El Tiempo, de Bogotá. Entre los varios artículos que contiene, hay uno muy interesante de Fidel Castro, gran amigo de García Márquez.

Dice Fidel que cuando Gabo le envió el texto preliminar de su obra Del Amor y Otros Demonios, Fidel vio que en un pasaje había la mención de un hombre que se paseaba en un caballo de once meses. Entonces Fidel le dijo a Gabo:
 
“Mira, Gabo, añádele dos o tres años más a ese caballo, porque uno de once meses es un potrico [potrillo].”

Por esta observación atinada de Fidel, Gabo corrigió el desliz, y aunque no le agregó años al caballo, eliminó lo de los once meses, que desde luego era una pifia.

Gabo aceptó, pues, la corrección propuesta por Fidel. Pero hay quienes no aceptan correcciones. Don Ramón Castilla no las aceptaba. José Gálvez, en el segundo tomo de sus Obras Completas, en las páginas 222 y 223, ha referido sobre el particular una anécdota.

Castilla fue invitado un día a examinar a los alumnos del Seminario, es decir, a tomarles examen oral. Don Ramón asistió con su Gabinete y cuando se presentó el primer alumno, le pasaron la tabla, que así se llamaba entonces el programa, y Castilla, con entonada voz, preguntó:

“A ver, alumno, dígame qué es la piscología.”

El Ministro de Instrucción, que estaba sentado junto a Castilla, le dijo a media voz y muy alarmado:

“Mi General, no es ‘piscología’, sino psicología, es una voz de origen griego.”

 A lo cual replicó Castilla y en voz alta:
 
“¿Psicología? Pero el Gobierno no está obligado a saber griego, yo no sé griego. De modo que le repito la pregunta al alumno: ´¿Qué es piscología?´”
 
Tetamenta
En lugar de decir, como los amantes de la galiparla, “senos”, digamos, como García Márquez, tetamenta, neologismo expresivo y gracioso que consta en la página 269 de El Amor en los Tiempos del Cólera, y también en la página 39 de  Diatriba de Amor contra un Hombre Sentado.
 
Fidel Castro recusó este neologismo garcimaquezano porque no figura en el Diccionario de la Real Academia Española. Efectivamente, no figura, pero debiera. Es miembro de la misma familia a la que pertenecen astamenta, cornamenta, faldamenta, impedimenta, osamenta, palamenta, tormenta y vestimenta.