"Un francotirador sin puntería", por Pedro Canelo
"Un francotirador sin puntería", por Pedro Canelo
Redacción EC

Cuando Clint Eastwood apareció como un indiscutible actor de ‘westerns’, personificó las mejores baladas de pistoleros. Como director esta vez a su “Francotirador” le falló un poco la puntería. no es, ni por asomo, una de las mejores cintas del maestro Clint. La película protagonizada por el siempre cumplidor Bradley Cooper ni siquiera califica en un top ten de la carrera de Eastwood. Pero aquí estamos frente a algo más que un largometraje candidato al Óscar. “American Sniper” dispara en el centro de una polémica: las defensas y críticas ante las guerras que ha enfrentado Estados Unidos a lo largo de su historia. Y esas balas están abriendo heridas difíciles de cerrar.


Cada vez que se exhibe una película bélica ‘made in USA’, la crítica se dispersa en el laberinto político. Con “El francotirador” ha pasado lo mismo y seguirá pasando hasta que se entreguen los premios de la academia. A una vez más le sacaron sus credenciales de miembro del Partido Republicano para etiquetar su cinta como un arma propagandística a favor de la intervención estadounidense en países como Iraq. Quizá esa mirada sea injusta y subestime un poco la labor de Eastwood como realizador, pero si se escuchan esas voces es también porque algo no funcionó en la película. Hay libertad de juicio para el espectador en este largometraje; sin embargo, hay minutos en los cuales uno puede sentirse víctima de manipulación desde la gran pantalla. Así lo haya intentado, el buen Clint no logró liberar a su producción del estereotipo “yanqui”. 


No es apología a la guerra, pero tampoco es un enfoque neutral. Es el recorrido a través de la vida de Chris Kyle, un francotirador perteneciente a las fuerzas de operaciones especiales de la Armada estadounidense. El hombre más letal en la historia militar de su país con más de 160 muertes acreditadas. Eastwood intenta mostrar el viaje interior del soldado y no la escenografía total de la guerra, pero el desarrollo de la película por ratos se le escapa de las manos y se convierte en más de lo mismo: la larga lista de películas bélicas en que Estados Unidos salva al mundo del mal. 


Las actuaciones, salvo algunos minutos de , no son cien por ciento convincentes y la construcción de los personajes quedó a mitad de camino. Hay películas de guerra como “Apocalipsis ahora” o “El francotirador” (la cinta homónima de Michael Cimino con un extraordinario De Niro) que en su condición de obras maestras se alejaron de la discusión política. Con “American Sniper”, de Clint Eastwood, no pasó lo mismo. A pesar de que ganará por lo menos dos o tres premios Óscar, no le salió redonda la película. Lástima por los que siempre esperamos a Clint, “El francotirador” por momentos es un disparo al aire. Con muchos tiros pero sin gracia.