"De Gabo a Florcita: La Gran Transformación", por Pedro Canelo
"De Gabo a Florcita: La Gran Transformación", por Pedro Canelo
Redacción EC

Desde la divinidad de un Macondo imposible, Gabriel García Márquez quizá pudo sentirse eterno para volver a escribir. No es difícil imaginarlo. En este relato tan real y maravilloso desfilan millones de personas bajo el trance de una repentina transformación. El tránsito es idéntico en cada caso: personas que después de conocer la muerte de un conocido escritor se convertirán en feroces lectores. Devoradores de libros. Omnívoros totales de las letras. El narrador no tenía que usar el ingenio para recrear un lugar tan improbable. Aquí en el Perú pudo encontrar la mejor escenografía para este cuento breve. Lectores espontáneos que amenazaban llenar todas las bibliotecas de la ciudad. Entusiastas textuales que despertaron las esperanzas de todas las librerías del país. Gabo nos había despertado. Hasta que apareció Flor. No la flor amarilla de “Cien años de Soledad”, sino la Flor del amarillismo. De Gabriel García Márquez pasamos a Flor Polo Díaz con su mejor crónica de una suerte anunciada.

La opinología en las redes sociales tiene la fragilidad de un gusano de seda. La variedad temática allí tiene menos estabilidad que la temperatura en Lima. Todos los devotos del deporte de “estar en todas” le rindieron el más sentido homenaje a Gabriel García Márquez en Semana Santa. Libros que no  se leyeron, frases que el escritor colombiano nunca escribió, condolencias todas. Un milagroso plan lector se asomaba. Paz y literatura para los hombres de buena voluntad. Vivíamos la resurrección del libro hasta que apareció Florcita Polo Díaz en un sábado sin gloria. Las páginas se cerraron, se prendió el televisor. Mejor descansa ángel Gabriel. Perdónalos, porque no saben lo que hacen.

Casi parafraseando la sabiduría Tilsa, algún cibernauta podría escribir: “soy ‘tuitero’ y escribo lo que quiero”. Y tendrá razón. Pero algunos nos ilusionamos con ese giro temático. Muchos fueron honestos con su dolor por la muerte del Premio Nobel, pero también estaban los coristas del tema de moda, los que siempre se subirán a la ‘combi’ de la noticia más leída, los mismos que hacían penitencia con Gabo por consumir a tantas Florcitas.

Fue bonito mientras duró. El viaje desde el mundo ideal de  Gabriel García Márquez hasta el planeta terror de Flor Polo superó la velocidad de la luz. Tan apurado y fácil fue este cambio que Susy Díaz podrá decir que junto con Andy V  escribirán su versión de “Del amor y otros demonios”, o que el ‘Mero Loco’ la raptará para ganar rating con su “Noticia de un Secuestro”. Ojalá los medios dejen de hablar de Susy hasta que llegue el día de los funerales de esta mamá grande. Queríamos un poco más de Gabo, pero el realismo (nada mágico) nos entregó a Flor y Néstor: ese amor de estos tiempos que da cólera.