Jara debe renunciar, por Hugo Guerra
Jara debe renunciar, por Hugo Guerra
Redacción EC

La primera ministra debe renunciar de inmediato para evitar que –con toda justicia– el Parlamento la censure, con la consiguiente crisis terminal del gobierno humalista.

Jara puede parecer empática: eventualmente ha tratado de hacer exactamente lo contrario al oficialismo, es decir, tender puentes de concertación con las bancadas opositoras. Incluso sus singularidades expresivas (“las mujeres deben defenderse con aguja, tijera y clavo”) se pueden tomar con algún forzado sentido del humor. Aunque, ojo, la gestión de su equipo en el Ministerio de la Mujer es algo que todavía falta ser bien auditado.

Sin embargo, su gestión al frente del Gabinete es deplorable. Accedió accidentadamente a la ; después se mantuvo a punta de parches en el equipo y, al final, se aferró al sillón pese a que la obsecuencia con sus jefes, Ollanta Humala y Nadine Heredia, la llevaron a encabezar la farsa del ‘diálogo político’.

En la primera reunión de ese grupo (al cual solo asistieron agrupaciones de segundo nivel) surgió la ‘brillante’ idea de reorganizar la en el supuesto que este organismo se democratizaría bajo supervisión de un grupo de notables. 

Pero ni siquiera se cumplió ese compromiso absurdo y carente de garantías básicas. Por sí y ante sí, Humala designó a un par de técnicos en temas de defensa, mientras los concurrentes al seudodiálogo han terminado como el bobo del pueblo, a quien todos engañan. El gobierno no contaba, sin embargo, con que la investigación de la revista “Correo Semanal” demostraría, con pruebas plenas, que el espionaje interno afecta a más de 100 mil ciudadanos, incluidos amigos del régimen.

Reaparece, entonces, Jara en actitud compungida y desesperada para anunciar la destitución de la cabeza de la DINI, pero sin el debido proceso sancionador y pese a que pocos meses atrás fue Humala quien hizo aprobar, vía delegación de facultades, una modificación de la estructura de inteligencia del Estado. Es decir, en plena seudorreorganización, sin que se conozca realmente lo que se está haciendo con el órgano de inteligencia, con ausencia de los dialogantes de oposición, sin procesos administrativos y penales abiertos por el espionaje interno, se cambia la cúpula y Jara pretende presentarse como la gran moralizadora.

Esa actitud descarada es inaceptable. Lo concreto es que este gobierno ha venido permitiendo (¿o alentando?) que se espíe a compatriotas, violando la Constitución y el Estado de derecho.

Puesto que el presidente es inimputable, y dado que la DINI reporta a la PCM, la responsable política y funcional es la señora Jara. Por tanto, por dignidad personal y humana debe renunciar. 

De lo contrario, que el Congreso la censure, que la eche sin miramientos. Y a no temer, falta muy poco para las elecciones generales y por muy traumático que parezca, debemos confiar en que el sistema democrático sabe cómo autopurgarse. Es hora de un Gabinete de salida, sustentado en el consenso de las fuerzas políticas principales. Hace mucho tiempo ya no hay confianza en un gobierno afectado por la corrupción, ahora no permitamos la impunidad.