"La pandemia también ha impactado negativamente en la salud mental de los jóvenes". (Ilustración: Víctor Aguilar)
"La pandemia también ha impactado negativamente en la salud mental de los jóvenes". (Ilustración: Víctor Aguilar)
Pablo Lavado

La pandemia del COVID-19 constituye una gran crisis para nuestro país, tanto por el elevado costo en vidas, con 35.966 muertes para el 29 de noviembre, el impacto sobre la economía (se proyecta que el Producto Bruto Interno se reducirá en -12,5% este año, según el Banco Central de Reserva del Perú) y el incremento significativo de la tasa de desempleo (en la Encuesta Permanente de Empleo, en el trimestre móvil agosto-setiembre-octubre 2020 la tasa de desempleo se incrementó a 16,4% en Lima Metropolitana). En ese contexto, es particularmente interesante hacerse la pregunta ¿Cómo impacta la pandemia en los jóvenes? Para ello, el proyecto Niños del Milenio (trabajo conjunto entre GRADE y la Universidad de Oxford y que empezaron hace casi 20 años) ha recogido la segunda ronda de información este año para jóvenes entre los 19 y los 26 años de edad. Los resultados son muy interesantes.

Entre los jóvenes encuestados, se observa que alrededor del 13% ha sido o cree haber sido infectado con COVID-19. La tasa de prevalencia es significativamente mayor en zonas urbanas (16%), en comparación con las zonas rurales (4%), y en los hogares más ricos. Asimismo, los encuestados presentaron una fuerte adherencia a las medidas de bioseguridad como el lavado de manos, distanciamiento social y uso de mascarillas, con cerca del 98% de los encuestados manifestando que aplica dichas medidas regularmente.

En cuanto los efectos negativos sobre los ingresos del hogar, el 63% de los encuestados manifestó que los gastos domésticos aumentaron mientras que el 77% manifestó que los ingresos del hogar disminuyeron durante el periodo de cuarentena nacional, similar al porcentaje registrado en India (80%) y superior al de Etiopia (50%), los otros dos países en donde también se han hecho encuestas similares. La reducción de los ingresos afectó en mayor medida a los hogares más pobres, en las zonas rurales y que no poseen acceso a Internet. Asimismo, se produjo una reducción generalizada del empleo, disminuyendo la tasa de actividad en los encuestados desde un 69% en enero-febrero del 2020 a un 34% durante agosto-octubre. Las pérdidas de empleo fueron similares para los hombres y mujeres, pero más significativas en las zonas urbanas en comparación con las zonas rurales.

La pandemia también ha impactado negativamente en la salud mental de los jóvenes. Alrededor del 40% de los encuestados informó de síntomas de depresión y el 30%, síntomas de ansiedad. Como punto de referencia, según la Encuesta Demográfica y de Salud Familiar, la población de 18 a 27 años en el Perú registró una prevalencia de depresión de 18% en el 2019, por lo tanto, estos resultados sugieren que la carga de la salud mental ha aumentado durante la crisis, y en particular en los jóvenes.

En cuanto al acceso a educación, el 16% de los encuestados que estaban inscritos en alguna entidad educativa informó que abandonó o decidió no inscribirse en su centro de estudios (principalmente de educación superior) por múltiples razones, incluido el costo de las matrículas. Sobre el resto de encuestados, el 82% pudo continuar con sus estudios de manera virtual y solo el 2% ha sido afectado por las suspensiones de clases (en comparación con el 55% registrado en la encuesta realizada en junio-julio del presente año). El acceso a Internet ha sido un factor decisivo para acceder a educación, aproximadamente el 90% participó en clases virtuales a través de una computadora, computadora portátil o teléfono inteligente.

La información recogida por los “Niños del Milenio” es un esfuerzo de gran utilidad y que constituye una exploración a tiempo real del impacto de la pandemia del COIVD-19 y las políticas de aislamiento sobre los medios de vida la población joven. Es una gran pieza de información que permite caracterizar el impacto en los jóvenes y, a partir de ahí, diseñar políticas que ayuden a mitigar las consecuencias. Sigamos atentos a los resultados que seguirán publicando.