"Lima soñada: hay que dar pasos", por Jorge Ruiz de Somocurcio
"Lima soñada: hay que dar pasos", por Jorge Ruiz de Somocurcio
Redacción EC

Este lunes 7 de abril empieza el Foro Urbano Mundial (WUF7), convocado por Naciones Unidas en Medellín, ciudad elegida la más innovadora del mundo el año pasado. Es la reunión a la cual .

Joan Clos, ex alcalde de Barcelona y presidente de UN-Hábitat, que organiza la reunión, vendrá a Lima después y visitará al Gobierno Central y la municipalidad metropolitana.

En rueda de arquitectos, repasábamos lo que se le podría mostrar a Joan Clos de esta gestión municipal. Revisamos: ¿Barrio mío? ¿Algunos parques zonales? ¿Los jardincitos de la Costa Verde, La Herradura? ¿La Parada? Y llegamos a la conclusión que no había nada significativo. Así de simple. Los grandes proyectos siguen en agenda.

Lima es una ciudad con una estructura urbana excluyente y generadora de marginalidad. Recién empieza a democratizarse con el Metropolitano y el tren. Sin embargo, no es suficiente. Necesita de intervenciones que contribuyan a recomponer su estructura, haciéndola más equitativa, con una política de suelo no solo guiada por el mercado sino también por el uso social y el bien común, que permita la gestión de significativos espacios públicos para una metrópoli con el menor índice de áreas verdes en América Latina.

Lima sur tiene a las puertas la base aérea Las Palmas, con sus 300 hectáreas, susceptible de reubicarse y transformarse en áreas verdes de paisaje y recreación para más de 3 millones de habitantes. Lima centro tiene a la Costa Verde aún en el limbo, con casi 50 hectáreas, y el río Rímac. Y Lima norte tiene el valle Chillón, donde la municipalidad metropolitana debería intervenir por lo menos 100 hectáreas para recreación y cultura al pie del río, para casi 4 millones de habitantes, antes de que se siembren de cemento. Así se construye un sistema metropolitano de grandes parques de calidad  que den dignidad a la recreación popular.

Dentro de unas semanas empezará el carnaval de ofertas electorales. La sociedad civil debe tener una agenda de prioridades para ellos y no al revés. La Lima soñada debe ser la hoja de ruta apoyada por la opinión pública y parte de ella serán esos grandes espacios emblemáticos e integradores que la ciudad necesita.

Podrían ser modalidades de intervención público-privada con una operación de recuperación urbana que permita el financiamiento del traslado de las instalaciones existentes y/o compra de los terrenos, privilegiando un 70% de áreas libres, paisajistas, mientras el resto serían actuaciones inmobiliarias que le den soporte financiero a toda la operación.

Serían parques que permitirán mejorar todos los barrios del entorno, articulados a la ciudad, con la Vía de Evitamiento, Javier Prado, la prolongación de la Vía Expresa, el tren y el Metropolitano.

¿Por qué cuesta tanto entender que la Lima que queremos solo puede hacerse desde hoy?