Luna de miel, por Alfredo Torres
Luna de miel, por Alfredo Torres
Alfredo Torres

El presidente Pedro Pablo Kuczynski (PPK) empieza su gestión con 61% de aprobación y 16% de desaprobación. El optimismo es habitual al inicio de un gobierno: Alan García empezó en el 2006 con 63% y Ollanta Humala en el 2011 con 55%. La diferencia es que PPK partió de más abajo ya que recibió menos respaldo porcentual que sus predecesores tanto en la primera como en la segunda vuelta. Un dato significativo es que su aprobación llega a 75% entre los jóvenes menores de 25 años.

Entre los factores que explican la elevada aprobación inicial de PPK destaca su discurso del 28 de julio. El 78% de quienes lo vieron o escucharon lo calificó favorablemente, y los sentimientos que generó fueron muy positivos: esperanza, confianza y tranquilidad. Entre los objetivos que destacó el presidente, la población pide priorizar liberar al Perú de la inseguridad y la corrupción, y llevar agua y desagüe a todos los peruanos. La mayoría cree que logrará un buen avance en este último objetivo, así como en educación, salud e infraestructura, aunque es algo escéptica en materia de lucha contra la corrupción, la discriminación y la inseguridad.

En cambio, el nuevo estilo presidencial tiene de cal y de arena. Por un lado, a la mayoría le parece bien que PPK exprese su alegría con algunos pasos de baile, que haga ejercicios con su Gabinete Ministerial para promover la actividad física o que toque flauta para promover la música. Pero, por otro lado, a la mayoría le parece mal que diga que quiere jalarse a congresistas de la oposición o que no le importa un poquito de contrabando. La conclusión es evidente: el presidente debe ser más prudente en sus declaraciones públicas.

El otro mandato claro es para el Congreso de la República: la ciudadanía le demanda cooperar con el nuevo gobierno. El 80% cree que debe darle el voto de confianza al nuevo Gabinete, y una proporción aún mayor, que conceda facultades legislativas en materia de agua potable, seguridad ciudadana, lucha contra la corrupción y economía. En el caso específico de Fuerza Popular, 72% cree que debería buscar consensos con el gobierno, mientras solo 23% cree que debería priorizar su plan de gobierno. Si se comparan estas cifras con los resultados electorales, queda claro que muchos votantes fujimoristas piensan que ahora es el momento de la cooperación.

La moción multipartidaria aprobada en el Congreso en resguardo de las libertades y derechos del pueblo venezolano podría ser un buen augurio: el 83% de la opinión pública la respalda. Otro campo en el que se ha presentado un amplio consenso es el apoyo a la marcha Ni Una Menos en contra de la violencia hacia la mujer. A pesar del machismo existente, 90% de la opinión pública la apoya. En ambos casos el gobierno se ha encontrado del lado de la mayoría.

Un factor crítico en los próximos meses será el desempeño gubernamental en la lucha contra la inseguridad y la corrupción. En ese sentido, destaca la aprobación de 75% que tiene el programa masivo de recompensas recientemente anunciado. En general, se aprecia gran expectativa por las medidas que se vienen anunciando para reforzar la seguridad ciudadana, aunque todavía está pendiente saber si se logrará una depuración efectiva de la Policía Nacional. En tal sentido, es significativo que para el 86% de la opinión pública informada autoridades de alto rango del gobierno anterior fueron cómplices o encubridores de los asesinatos que habría cometido un escuadrón criminal de policías según denuncia de la propia inspectoría de la policía, hecho conocido gracias a la prensa. La ciudadanía estará atenta a las conclusiones de la comisión especial que ha constituido el ministro Carlos Basombrío para tal efecto.