"Las coincidencias, los ocultamientos, la cantidad de visitas de López a Castillo y a Pacheco alimentan la especulación. Más allá de la misma, sin embargo, se requiere una explicación que hasta ahora no se ha dado". (Foto: Difusión)
"Las coincidencias, los ocultamientos, la cantidad de visitas de López a Castillo y a Pacheco alimentan la especulación. Más allá de la misma, sin embargo, se requiere una explicación que hasta ahora no se ha dado". (Foto: Difusión)
Federico Salazar

En el allanamiento a la vivienda de , exsecretario general de Palacio, no se incautó ningún dispositivo electrónico. Su abogado dijo que no tenía computadora.

Carecía de una computadora en casa quien, según la intervención de la fiscalía, tenía US$20 mil guardados en un estante del baño de su oficina. La Unidad de Inteligencia Financiera de la fiscalía, además, encontró que en sus cuentas bancarias había S/80 mil.

Es evidente que Pacheco miente sobre el dinero. Hasta ahora no hay una explicación razonable, por ejemplo, sobre los US$20 mil encontrados en Palacio de Gobierno. No son, como él sostiene, fruto del ahorro de su sueldo.

El foco de las investigaciones debe centrarse en las visitas que recibió Pacheco cuando estuvo en funciones. También, por supuesto, en los personajes que llegaban a la calle Sarratea en Breña y no hay un registro oficial de los personajes que llegaron ahí. Al parecer, el presidente no puede hacer memoria sobre quiénes lo visitaron o con quiénes habló en esa dirección.

Es insostenible que se haya tratado única y exclusivamente de reuniones sociales. El presidente pretende hacernos creer que todas esas reuniones y visitas fueron irrelevantes para la administración pública.

Una de las visitas más significativas ha sido la de . Según una versión de IDL-Reporteros, Karelim habría buscado convertirse en colaboradora eficaz. La visitante habría dicho tener información que inculpaba al propio presidente de la República. Le habría entregado dinero a través de Bruno Pacheco para tener acceso a obras públicas y contratos.

Según IDL-Reporteros, la colaboración eficaz se frustró porque López tendría que haber reconocido haber cometido delito de tráfico de influencias para que se echara a andar el mecanismo. Karelim López ha negado, a través de su abogado, que haya ofrecido información incriminatoria sobre el presidente Castillo, pero IDL-Reporteros señala que constató que se hicieron las afirmaciones reseñadas.

Mientras no haya ninguna declaración formal, las supuestas afirmaciones de Karelim López quedan en el aire. Más aún si los abogados y la propia protagonista niegan la versión.

Las coincidencias, los ocultamientos, la cantidad de visitas de López a Castillo y a Pacheco alimentan la especulación. Más allá de la misma, sin embargo, se requiere una explicación que hasta ahora no se ha dado.

A estas alturas deberíamos saber qué conversaciones, sobre qué temas y con qué alcances, sostuvo la señora López con Bruno Pacheco y con Pedro Castillo.

La visita que hizo la asesora de empresas a la casa de Sarratea no fue de carácter personal o amical. Tampoco se puede dar ese carácter al pago que hizo Karelim López para el show infantil de la fiesta de cumpleaños de la menor hija del presidente. Ese pequeño “gesto” es revelador. Es completamente indebido e inapropiado. El presidente tendría que ofrecer disculpas por haber aceptado esa dádiva.

Las afirmaciones sobre actos incriminatorios contra el presidente no son firmes. La suma de hechos en torno a Bruno Pacheco y Karelim López, sin embargo, ameritan una exhaustiva investigación.

Que López no reconozca haber cometido delito de tráfico de influencias no la exime de ser investigada. Ello tampoco excluye al presidente de las pesquisas que se tiene que hacer. Y mientras más públicas se hagan, mejor.