Ley Servir: Despedirán a los que fallen en evaluación dos veces
Ley Servir: Despedirán a los que fallen en evaluación dos veces
Redacción EC

publicó hace quince días dos proyectos de reglamento para la Ley de Servicio Civil con la finalidad de recibir aportes y aclarar cualquier duda que pudiera existir. Con la entrada en vigencia de estos reglamentos, más el de compensaciones, los peruanos vamos a ser testigos –a partir de ahora y en los próximos seis años– de la incorporación de cientos de entidades públicas a esta importante reforma. A la fecha, ya son 51 las entidades que trabajan con Servir sus procesos internos para acogerse y muchas otras se están alistando.

La incorporación de estas primeras entidades será muy significativa. Permitirá no solo mostrar los beneficios tangibles de la reforma sino también será el punto de partida –después de 30 años y de manera irreversible– para concretar el clamor ciudadano de tener un Estado meritocrático, cuya prioridad sea servir mejor al ciudadano. Con más de 12 años de crecimiento económico consecutivo, el Perú no podía darse el lujo de no reformar un Estado desfasado en esta materia. Los peruanos nos merecemos un mejor Estado.

Sin embargo, en el proceso, hemos visto que salieron a flote temores y dudas en algunos servidores por experiencias del pasado en las cuales fueron cesados o vieron recortados sus beneficios. Pues bien, creemos que el reglamento general disipa las principales dudas sobre estos temas y plantea claramente las nuevas reglas de juego en el servicio civil, tanto para el ingreso a la carrera, como para las evaluaciones de desempeño, la capacitación, el régimen disciplinario, entre otros. Es importante para Servir que los servidores públicos se informen y expresen sus aportes al proyecto.

¿Cuáles son los beneficios concretos del nuevo modelo meritocrático? Primero, el servidor podrá postular a todos los concursos de méritos que convoque no solo su entidad sino cualquier otra entidad del Estado, con la única condición de que cumpla los requisitos. Segundo, el reglamento propone que el 90% de los concursos sean priorizados para trabajadores del Estado y un 10% abierto a cualquier postulante. De declararse desierto, se convocará un concurso 100% abierto para todos. Tercero, por su sola incorporación, los servidores de los regímenes CAS y 276 (la gran mayoría) se beneficiarán con una mejora inmediata del 25% o más en sus ingresos, si ocupan un puesto similar o superior. No solo se les garantiza la CTS y dos gratificaciones anuales sino que estas se calcularán por el total de sus remuneraciones. Este solo hecho representa un significativo beneficio económico, no alcanzado en el pasado.

Cuarto, las evaluaciones anuales serán sobre las metas y el rendimiento específico en el puesto. Se descarta la toma de exámenes escritos cuyo objetivo era despedir. Los servidores sabrán con antelación las metas que se esperan de ellos y la metodología de las evaluaciones. Un buen trabajador no debería temer. El reglamento propone que si un servidor sale mal calificado, tendrá un “plan de mejora” para la segunda evaluación que incluye capacitación para mejorar su desempeño. Evidentemente, una reforma meritocrática premia con posibilidad de ascensos a los que salen bien y sanciona a los que incumplen sus metas por segunda vez consecutiva. En todo este proceso, Servir será el órgano técnico rector que supervisará que los concursos de méritos cumplan su finalidad y no se cometan abusos.

En conclusión, los reglamentos reafirman las principales bondades de la ley: Profesionalizar la gestión del Estado, introducir la meritocracia, mejorar los servicios al ciudadano y revalorizar el rol de los servidores públicos. Que sea un orgullo trabajar para el Estado. No hay nada que temer y mucho que esperar. Es una reforma en la que los principales beneficiarios seremos los ciudadanos.