Del partido ideológico al partido empresa, por F. Miró Quesada
Del partido ideológico al partido empresa, por F. Miró Quesada

El Dr. Dennis Chávez de Paz, con el apoyo del estudiante Juan Carlos Gallo, organizó un coloquio sobre los partidos políticos en el Perú y en otros países en la Facultad de Derecho y Ciencia Política de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos con la finalidad de intercambiar pareceres respecto a la situación de estos en el país y en otras latitudes.

En cuanto al Perú, entre otros aspectos, se planteó una tipología que difiere de la tradicional, en la que se divide a los partidos en dos grandes sistemas: el bipartidismo y el multipartidismo. En el marco de esta clasificación, no cabe la menor duda de que la composición es multipartidista.

Pero también se ensayó otra tipología relacionada con la actual situación de los partidos que data desde 1980 a la fecha. En los 80, resurgieron un conjunto de partidos que estuvieron vigentes en décadas anteriores: el Apra, Acción Popular, el Partido Comunista, Democracia Cristiana, el PPC, una amplia gama de partidos políticos de izquierda y hasta el odriismo y el pradismo. Al margen de estos dos últimos, todos tienen una ideología, una concepción del mundo, una justificación teórica de su praxis política, de manera explícita. A este primer grupo de partidos los podemos denominar partidos ideológicos o doctrinarios porque la ideología tuvo siempre una relativa importancia para justificar su accionar.

Pero cuando se produce la crisis de los partidos y de la representación política a fines de los 80, surgieron nuevos partidos en que lo ideológico tenía escasa o ninguna importancia. Estos enfatizan más “en los hechos que en las palabras”. En este grupo podemos considerar Obras de Belmont, el fujimorismo, Somos Perú, Solidaridad Nacional, Perú Posible y el nacionalismo de tipo humalista. La ideología, salvo la excepción de Perú Posible y del humalismo, carece de importancia, son pragmáticos, su discurso se basa en la eficacia de la acción y en los resultados que de esta se deriva.

Sin embargo, en el caso de Perú Posible, el periodista e historiador Hugo Garavito desarrolló un marco conceptual para justificar la praxis política de este partido, iniciativa que no prosperó. Garavito lo llamó “el posibilismo”, una mezcla de categorías socialcristianas, socialdemócratas, humanistas y liberales.

En cuanto al caso del humalismo, se elaboró un texto para explicar lo que ellos llaman el etnocacerismo, una combinación de categorías nacionalistas, populistas, socialistas, indigenistas y étnicas, con fuertes componentes racistas, xenófobos y homofóbicos. De estas ideas pragmáticas ha surgido en los últimos años el partido empresa. Se trata de un grupo de empresarios emergentes, no tradicionales, que debido al éxito que han tenido en la generación de “su” riqueza y no necesariamente de “la” riqueza, deciden participar en política, ya sea fundando un partido o controlando uno existente. No se trata de un líder no empresario, como en los casos anteriores, sino de un empresario cuyo liderazgo político depende de los recursos económicos que controla. O sea que si deja de financiar al partido, desaparece inexorablemente. Este tipo de partido es pragmático como los que le anteceden pero, además, plutocrático. Su fundamento, estabilidad y soporte se justifican por el dinero. Este es su principal valor.

Otros factores que influyen en la aparición del partido empresa es la crisis de los partidos ideológicos y de alcance nacional porque no se adecuaron oportunamente a los cambios sociales, el surgimiento de una clase emergente producto de la informalidad que no se siente representada en esos partidos, en la que sobresalen algunos empresarios de la educación y logran captar, unos más que otros por los servicios que dan, a una población y electorado que se identifica con el exitoso emergente y que se convierte en la base social y electoral del partido empresa. Es de notar que el partido empresa mantiene las características de la política peruana, sus líderes son caudillistas y clientelistas, pero ahora se le incorpora otro elemento, son plutocráticos. César Acuña Peralta y José Luna Gálvez son los máximos exponentes de esta nueva modalidad en que la “plata como cancha” es la razón de ser de su existencia y su proyecto político.