“Más allá de la solidez de las altas finanzas, el piso sólido de las últimas dos décadas ha contribuido a un desarrollo más democrático a través de la creación y expansión del microcrédito”. (Foto: Archivo).
“Más allá de la solidez de las altas finanzas, el piso sólido de las últimas dos décadas ha contribuido a un desarrollo más democrático a través de la creación y expansión del microcrédito”. (Foto: Archivo).
Richard Webb

Nadie construye sobre un piso que se mueve. Esa lógica elemental es la razón de ser de un banco central. Una lógica que, como funcionario del Banco Central de Reserva (BCR) en distintas etapas de mi vida, he tenido siempre muy presente. Si la economía es un edificio, un valor estable del dinero es el primer piso, base primordial para los cálculos que luego justifican los atrevimientos comerciales y productivos.