“A pesar de que Martín Vizcarra no sea la víctima en la que se quiere convertir, no podemos permitir que los apetitos políticos de un grupo de parlamentarios coloquen al país en una situación imposible”. Escribe Patricia del Río. (Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
“A pesar de que Martín Vizcarra no sea la víctima en la que se quiere convertir, no podemos permitir que los apetitos políticos de un grupo de parlamentarios coloquen al país en una situación imposible”. Escribe Patricia del Río. (Ilustración: Víctor Aguilar Rúa).
/ Víctor Aguilar Rúa
Patricia del Río

No necesitábamos más angustia. No teníamos por qué sumarle a nuestro miedo por la salud de nuestros padres e hijos y a nuestra incertidumbre ante el futuro económico, una crisis política insólita, agotadora, en la que todos los involucrados tienen un alto grado de responsabilidad y un profundo desprecio por los ciudadanos.