¿PPK o Keiko?, por Raúl Ferrero
¿PPK o Keiko?, por Raúl Ferrero
Raúl Ferrero

Para la segunda vuelta electoral, la encuestadora Ipsos otorga un ligero margen a favor de Pedro Pablo Kuczynski (PPK) sobre Keiko Fujimori, mientras CPI muestra un resultado a la inversa.

En ambos casos, PPK crece del 21% de la primera vuelta al doble en el voto válido que obtendría el 5 de junio. Esto sin haber hecho ningún esfuerzo especial, ni tampoco haber realizado ajustes programáticos para lograr ese nivel de aceptación que coloca a los dos finalistas en un empate técnico.

El problema para PPK es más complejo, ya que de ganar en la segunda vuelta debería hacerlo con el mayor respaldo popular posible, dado que Fuerza Popular ya tiene una clara mayoría en el Congreso con sus 73 representantes elegidos.

Esto último es lo que preocupa a PPK, con toda razón, ya que no querrá alcanzar la presidencia de la República con oposición parlamentaria mayoritaria sin antes haber podido lograr algún acuerdo con las fuerzas congresales minoritarias, basándolo en puntos programáticos específicos que sean de interés general. PPK tendrá que buscar las coincidencias fundamentales, que sí existen, de forma que se impulsen los principales temas contenidos en los planteamientos expuestos por Peruanos por el Kambio, para que su líder pueda ejecutarlos si logra obtener el triunfo en las elecciones próximas.

Si bien el camino que tiene PPK es cuesta arriba, el de Keiko tampoco es fácil si tenemos en cuenta su alto porcentaje de antivoto (que según Ipsos asciende al 45% del electorado, mientras el de PPK se ubica en 37%). Esto le da a PPK mayores posibilidades de crecimiento en esta final electoral, a pesar de que los votos que tiene que ganar son de variadas tendencias e incluyen los de la izquierda, que no ha mostrado tenerle mayor confianza a la vez que consideran que no ha hecho el suficiente esfuerzo para plantear soluciones ante los problemas de ese vasto grupo de peruanos que viven con ingresos económicos bajos y con poca atención del Estado.

Así como Fuerza Popular tendrá que hacer un mayor esfuerzo para convencer a los demócratas de la sinceridad de su propósito de hacer un gobierno respetuoso de las libertades y de los derechos fundamentales consagrados desde las primeras constituciones peruanas, PPK deberá resaltar que cuando aceptó ser ministro de Estado, en más de una oportunidad, siempre lo hizo con gobiernos democráticamente elegidos.

Por otro lado, ese 19% de peruanos que votaron por el Frente Amplio y que no están conformes con Fuerza Popular ni con Peruanos por el Kambio tienen el problema de no saber por quién votar en la segunda vuelta –o si votan en blanco o viciado, en cuyo caso estarían favoreciendo a quien menos quieren que gane–, aunque es probable que mucho de ese electorado termine por votar contra el fujimorismo, por lo que este representa históricamente, y así evitar que controlen los dos poderes políticos del Estado. Este último criterio favorecería a PPK.

Siendo así, este debería ser el momento para que cada una de las fuerzas que han pasado a la ronda final piensen en acercarse sinceramente a quienes no votaron por ellas, planteándoles propuestas de fondo y no meramente electoreras, que sirvan para enfrentar el atraso en que todavía viven muchos ciudadanos marginados.

La educación, la salud, la seguridad ciudadana, la lucha contra la pobreza, el combate contra el narcoterrorismo y la corrupción, la corrección del déficit en infraestructura, así como la defensa del sistema democrático, deberían ser temas que nos unan como peruanos para así lograr llegar con orgullo a nuestro bicentenario patrio en el 2021.