(Ilustración: Giovanni Tazza)
(Ilustración: Giovanni Tazza)
Alfredo Torres

Finalmente, ¡se animó la campaña! Gracias, entre otros factores, a su buen desempeño en el primer debate para las elecciones municipales de Lima, Daniel Urresti y Jorge Muñoz han crecido considerablemente en las preferencias del electorado; mientras que el ausente en el debate, Renzo Reggiardo, se debilita y el otro candidato que originalmente anunció que no participará en el segundo debate previsto para hoy, Ricardo Belmont, se ha desplomado. Como tituló ayer El Comercio, la situación actual es de triple empate entre Reggiardo, Urresti y Muñoz.

La encuesta de El Comercio-Ipsos que se publica hoy, efectuada al mismo tiempo que el simulacro, el 26 y 27 de setiembre, difiere ligeramente de este, aunque confirma el virtual empate estadístico (considerando el margen de error). La encuesta muestra nítidamente el avance de Urresti –que pasa en las últimas mediciones de 8% a 9% y ahora a 16%– y el aun más impresionante progreso de Muñoz, que pasó de 2% a 4% y ahora a 13%. Un elemento adicional por tener en cuenta es que Muñoz ocupa el primer lugar entre los más jóvenes mientras que Urresti es el favorito de los hombres de más edad.

La encuesta también permite conocer el potencial de crecimiento de los candidatos. Así, quienes son más conocidos, como Urresti, Reggiardo, Belmont, Castañeda o Lay tienen poco espacio para crecer. Lo contrario ocurre con candidatos menos conocidos. Es el caso de Muñoz, que ha pasado de 41% de conocimiento a 56%, pero que todavía tenía al momento de la encuesta a 44% de los limeños que no lo conocía, sobre todo en el norte y el este de la ciudad. De lograr llegar a esos electores, podría ser el próximo alcalde de la capital.

Además del debate, otro factor que puede haber contribuido al crecimiento de Muñoz son los comentarios “boca a boca”, tanto presenciales como en las redes sociales, que hoy comparten la gran mayoría de limeños, y que se originan en el apoyo de sus vecinos. De acuerdo con las encuestas de El Comercio-Ipsos, su aprobación en Miraflores es de 66%, superior a otros alcaldes candidatos, como Manuel Velarde, aprobado por el 48% en San Isidro, o Juan Carlos Zurek, a quien aprueba el 26% en La Molina. Del mismo modo, cuando se pregunta a los miraflorinos por quién votarían para alcalde de Lima, Muñoz gana por amplio margen, lo que no ocurre con otros alcaldes distritales que son candidatos.

Las diferencias entre la encuesta y el simulacro –donde el entrevistado debe marcar una cédula de votación– son la consecuencia de que 76% de los electores decide su voto en función del candidato, no del partido, y, sin embargo, la cédula de votación no tiene el nombre del candidato sino el del partido. Los mayores perjudicados por esta situación son Reggiardo y Belmont. En otros casos, como el PPC, Somos Perú, APP o Fuerza Popular, la situación es inversa: los partidos sacan algo más de votos en el simulacro con voto secreto que sus candidatos en la encuesta.

Así como el buen desempeño de Urresti y Muñoz en el primer debate catapultó su apoyo electoral, el segundo debate, en el que están invitados los 10 candidatos que no participaron en el primero, podría mover nuevamente la intención de voto. El 79% piensa que los debates son útiles y el 83% declara que tiene intención de ver el debate de hoy. También pueden afectar las preferencias de los electores en los próximos días las investigaciones periodísticas sobre los antecedentes de los candidatos y los partidos que representan. Pero, sin duda, un factor determinante será la sentencia a Urresti en el juicio que se le sigue por el asesinato del periodista Hugo Bustíos, que se dictará el jueves 4. Si es declarado inocente, podría darle el impulso final que lo lleve al triunfo. Si es declarado culpable, quedaría fuera de carrera y su voto podría irse a candidatos de un perfil similar. Nada es definitivo aún.

Colofón: La semana pasada en esta columna escribí a favor de un Senado de 50 integrantes y una Cámara de Diputados de 130, con representación proporcional a la población, y propuse una disposición para que “el presupuesto del Congreso no exceda el porcentaje del presupuesto público que representa en la actualidad”. Encuentro muy positivo que la Comisión de Constitución haya llegado a un consenso para proponer un referéndum con esos criterios. Sin embargo, si se quiere asegurar la bicameralidad, lo mejor sería que se vote en el referéndum en la misma consulta –y no en dos consultas paralelas– a favor de la creación de las dos cámaras y la no reelección inmediata de los congresistas.