"Recuerdos y columnas", por Raúl Vargas
"Recuerdos y columnas", por Raúl Vargas
Redacción EC

Raúl Vargas 
Periodista

Empiezo una colaboración semanal en el decano de la prensa nacional obviamente con el temor habitual que asalta a todo columnista: qué es lo interesante que puede decirse, dada la multiplicación de medios, cientos y muy versátiles; el incremento de la opinología; y, sobre todo, que hoy la opinión pública la ejercen millones de dialogantes.

Asimismo, es imprescindible la evocación. Con muchas más vacilaciones y unas ganas intensas de expresarme, hace 52 años empecé a hacer periodismo aquí en los ámbitos de este Diario, cuando nacía El Comercio Gráfico, una innovación para dar a las tardes la sensación de que la noticia se rescataba de inmediato, cosa que luego la radio y la TV hicieron, llegando aun más lejos a las noches ruidosas y luminotécnicas. Fue algo inaudito codearse con grandes plumas, editores febriles, cazanoticias que se bebían las horas entre el trajín y la bohemia. 

Impulsó este proyecto Alejandro Miró Quesada Garland, quien llamó a varias figuras jóvenes y se lanzó a competir con “Última hora” y “La Tercera” de “La Crónica”. Fue también la generosidad de Abelardo Oquendo, que era editor del Suplemento Dominical, conducido por otra figura emblemática: ‘Cartucho’ Miró Quesada, a quien sucedería Francisco Miró Quesada, que inicié mi aventura periodística y en ese entonces entrevisté a Jorge Basadre, Mauro Mina, Rómulo Varillas, esa voz chillona y vasta de Los Embajadores Criollos, para una sección sobre cómo veían los peruanos de diversas actividades al país. 
 
En rigor, mi trabajo al comienzo consistió es ser el enlace entre la primera móvil –un pequeño Volkswagen– que transmitía vía radio noticias desde el mismo sitio en que ocurrían y que en ese entonces era toda una novedad. De modo que estaba también prefigurado el uso de la voz y la radiofonía.
 
Todos estos recuerdos me permiten medir la distancia y los saltos que ha experimentado el periodismo y en lo cual no suele repararse, tan rápidas, intensas y dúctiles han sido las revoluciones de la información.

Se puede asimismo advertir que, conforme se multiplican y renuevan los medios de información, es prácticamente imposible incorporarse al mundo, al país, a su entorno inmediato sin esta concurrencia a participar para acrecer ciudadanía y compartir opiniones.

En ese universo de copartícipes de la información, el columnista es un colaborador en el esfuerzo de hacer que la información se transforme en conocimiento y se pueda observar aspectos básicos de este río de noticias que no parecen dejar espacio para distinguir lo principal de lo accesorio, necesidad elemental para manejarse en el mundo. 
 
Este domingo es particularmente útil la fuerza de la información y su correlato, la formación de criterios ciudadanos a raíz de lo que se ha vivido en estos 14 días, desde el 27 de enero hasta hoy. En todos los dominios de la vida nacional, hemos estado los peruanos evocando un pasado doloroso, atentos a qué es lo que se ha dictaminado en el fallo, qué reacciones han acompañado al Perú y a Chile y, finalmente, una mirada cargada de esperanza y de futuro.