“A continuación, una reseña de lo que revelaron las encuestas de Ipsos-El Comercio sobre los protagonistas del 2017”. (Ilustración: Giovanni Tazza)
“A continuación, una reseña de lo que revelaron las encuestas de Ipsos-El Comercio sobre los protagonistas del 2017”. (Ilustración: Giovanni Tazza)
Alfredo Torres

En el 2017 se confirmó la enorme dificultad de conducir un gobierno en minoría en el Perú. En efecto, el presidente Pedro Pablo Kuczynski empezó intentando gobernar en una posición de centro, entre el partido mayoritario en el Congreso, Fuerza Popular, y la izquierda que lo apoyó en la segunda vuelta electoral, pero pronto fue evidente que ninguno de los dos sectores tenía la menor voluntad de apoyarlo en ese propósito.

El fracaso del proyecto centrista de se hizo evidente con la pérdida de confianza del Gabinete liderado por Fernando Zavala en setiembre. Zavala consiguió solo 22 votos de respaldo, incluido el de Kenji Fujimori, pero ninguno de la izquierda. El intento de vacancia presidencial impulsado por el Frente Amplio y Fuerza Popular confirmó en diciembre la inviabilidad de la apuesta centrista. El corolario de esta crisis fue la precipitación del indulto a Alberto Fujimori, que abre todo un nuevo escenario político para el 2018.

A continuación, una reseña de lo que revelaron las encuestas de Ipsos-El Comercio sobre los protagonistas del 2017:

PPK: Empezó el año con una aprobación de 43%, la que se mantuvo en alrededor de 40% durante el primer semestre gracias, entre otras razones, al movimiento #UnaSolaFuerza contra el fenómeno de El Niño costero. Luego, la huelga magisterial y la agudización de la oposición en el Congreso lo llevaron a 22%. Se recuperó brevemente con el cambio de Gabinete, pero después, al conocerse el caso Westfield, cayó a 18%. Cerró el año con 25% de aprobación luego del indulto, pero con la credibilidad interna y la imagen internacional muy golpeadas.

Keiko Fujimori: Empezó el año con 39% y se mantuvo alrededor de esa cifra la mayor parte del tiempo. Su mejor momento fue luego del diálogo con PPK en julio, cuando subió a 42%. Su apertura fue bien recibida por el 70% de la opinión pública que reclamaba una relación más constructiva entre el Congreso y el Gobierno. Lamentablemente, no fue ese el camino que ella continuó y, luego de negar la confianza a un Gabinete y apoyar la vacancia presidencial, terminó el año con 29% de aprobación, una caída significativa para alguien que no sufre el desgaste del gobierno.

Kenji Fujimori: La aprobación a su desempeño se mantuvo en alrededor de 30%, pero su persistente y al final exitosa brega por el indulto a su padre lo han puesto en una posición expectante dentro del fujimorismo. Terminó con 33% de aprobación –por encima de su hermana Keiko– y su apoyo podría crecer en el pueblo fujimorista si recibe un respaldo más explícito de su padre. En la última medición tuvo 38% de aprobación en Lima, 33% en otras ciudades y 27% en el menos informado sector rural.

Marcelo Odebrecht: Sus revelaciones dinamitaron la escasa confianza que tenían los peruanos en su clase política. Casi nadie duda de que Ollanta Humala, en prisión preventiva, y Alejandro Toledo, requisitoriado por la justicia, fueron coimeados por la empresa Odebrecht. Pero la gran mayoría piensa lo mismo de Alan García, Keiko Fujimori, Pedro Pablo Kuczynski y Susana Villarán, entre otros políticos del país. Las próximas declaraciones de Jorge Barata, ex mandamás de Odebrecht en el Perú, pueden ser demoledoras para varios de ellos.

Abimael Guzmán: A pesar de estar 25 años en prisión, ha reaparecido en las encuestas como una de las tres personas más negativas del país en el año (después de Humala y Toledo). El nuevo juicio por el atentado de Tarata y la larga huelga magisterial con activa participación del Movadef han elevado la inquietud ciudadana. Hoy 64% piensa que Sendero Luminoso es una grave amenaza para el país, sobre todo porque no se ve de parte de los distintos poderes del Estado una respuesta a la altura del riesgo.

Alberto Fujimori: Todo indica que el deterioro de su salud, sumado a la hostilidad de la izquierda y Fuerza Popular hacia el gobierno, que lo hacía inviable, convencieron al presidente de la necesidad humanitaria y política del indulto hace unos meses, y el intento de vacancia lo precipitó. La aprobación ciudadana al indulto cayó de 65% a 56% luego de las protestas, pero no tiene visos de disminuir más ya que respaldan el indulto los simpatizantes del fujimorismo y aquellos que sin serlo creen que la condena de 25 años fue excesiva porque piensan que Fujimori encubrió, pero no ordenó los crímenes del grupo Colina.

El outsider: De caer el gobierno y convocarse elecciones generales como plantean los opositores más radicales al régimen, el resultado es impredecible, pero según una encuesta de intención de voto de Ipsos-El Comercio efectuada en diciembre, 34% votaría por el fujimorismo, 36% por otros candidatos (Guzmán, Mendoza, Barnechea, Acuña, García, Santos) y 30% por ninguno de ellos, lo que abre la posibilidad de que el fujimorismo vuelva a tener mayoría en el Congreso y un nuevo outsider sea el ganador de una probable segunda vuelta electoral, con lo cual volveríamos al 2016: un nuevo gobierno en minoría.