Lo que se viene, por Mariella Balbi
Lo que se viene, por Mariella Balbi
Mariella Balbi

La algarabía y la estridencia de los comicios regionales ya están entre nosotros. Nadie se escapa de votar, salvo que quiera pagar dos multas. Todos, inevitablemente, tendremos que elegir. Serán las terceras elecciones regionales y lo que se observa es que los movimientos locales son cada vez mayores y se elige con poco porcentaje a los presidentes regionales.
 
Esto es un problema y seguirá siéndolo. Ante tantísima oferta electoral, el ciudadano queda aturdido y termina votando por simpatía o con el hígado. Después vendrán la protesta y el descreimiento. Estas elecciones regionales y municipales se realizarán en muchos lugares, demasiados en realidad, signados por la violencia política.
 
Ya no es la de Sendero Luminoso, que si bien no ha desa-parecido se ha minimizado al máximo y ha dejado paso a la del narcotráfico, unida a la de la extorsión y el sicariato. Algo que nunca vimos en el Perú y que nos asemeja cada vez más a la triste situación de México.
 
La cantidad de dinero que mueven en el norte del país la extorsión y el sicariato es inmensa. Día tras día recaban ingentes cantidades gracias a las acciones mortíferas contra personas o contra el patrimonio de estas. Nadie quiere que le incendien su herramienta de trabajo, su auto, ergo no le queda más que tranzar.
 
Este hecho no interesa a las autoridades. El Ministerio del Interior, a pesar del buen y gran golpe que hizo a la banda del ‘Viejo Paco’ en Chiclayo, no lo consolidó y nuevamente los hampones están en su salsa. El general César Cortijo, a cargo de la operación, salió de la policía a raíz del Caso Óscar López Meneses, sin tener arte ni parte.
 
No sabemos quién coordina ahora estos temas, si se está trabajando con fiscales nacionales, porque un problema grande era la filtración de la información entre las autoridades locales. Lo cierto es que ya el Jurado Nacional de Elecciones (JNE) ha dado la voz de alerta.
 
Una voz de alerta muy suave porque decir que hay violencia política, uso de dinero sucio en los comicios no da la alternativa para combatir esta acción que no solo está en el norte del país, como bien lo sabemos, sino en prácticamente todas las regiones. 

El dinero del narcotráfico ya estuvo presente en la campaña regional y municipal anterior. La vigilancia fue escasa. Y como dicen que se aprende de la experiencia, estamos seguros de que los pillos se han organizado mejor y estarán más presentes. Las limitaciones del Jurado Nacional de Elecciones y las de la ONPE también, la rendición de cuentas termina siendo un saludo a la bandera y el control es bien relajado. 
 
Los comicios venideros tendrán el sello de un sentimiento anticentralista muy fuerte. Las regiones con canon han visto cómo ¡zas!, de un momento a otro, el Ministerio de Economía les recortó el presupuesto aprobado, oleado y sacramentado. Y se quedaron con los crespos hechos, sin poder terminar obras que consideran importantes. El Ejecutivo afirma que están viendo el tema con Cusco y con Puno, pero aún no hay nada concreto, ni se ha corregido el recorte.