"Claro que no hay que olvidar que los encuestadores se equivocaron en el 2016: predijeron con razón que los demócratas ganarían el voto popular, pero no pronosticaron que perderían en el colegio electoral". (Ilustración: Giovanni Tazza)
"Claro que no hay que olvidar que los encuestadores se equivocaron en el 2016: predijeron con razón que los demócratas ganarían el voto popular, pero no pronosticaron que perderían en el colegio electoral". (Ilustración: Giovanni Tazza)
Andrés Oppenheimer

Una vieja broma entre los encuestadores estadounidenses es que el voto latino es un gigante dormido, y siempre lo será. Pero hay indicios de que podríamos ver una ola de votos hispanos que podría complicar las posibilidades de reelección del presidente en las elecciones del 2020.

Una encuesta publicada horas antes del debate demócrata del jueves en Houston mostró que, si las elecciones se celebraran hoy, los ganarían Texas, un estado que ha votado por los republicanos durante casi cuatro décadas. Y gran parte de eso podría deberse al voto hispano.

El 47% de los votantes registrados en Texas dicen que planean votar o se inclinan a votar por quien gane la nominación demócrata, mientras que solo un 42% apoyarían a Trump, según la encuesta de Univision News.

Entre los hispanos, que representan alrededor del 40% de la población de Texas y el 24% de los votantes en el estado, el 69% dicen que votarán por los demócratas.

La gran pregunta, por supuesto, es si los hispanos saldrán a votar o si se quedarán en sus casas, como han hecho tantas veces en el pasado. A pesar de ser la minoría más grande del país, los votan en menores proporciones que los blancos o afroamericanos.

Entre los indicios de que las cosas podrían cambiar en el 2020, está el hecho de que en las elecciones legislativas del 2018 los hispanos votaron en números récord, según un estudio reciente del Centro de Investigación Pew.

La participación de votantes latinos en el ámbito nacional llegó a un récord del 40% en el 2018, según dicho estudio. El número de votantes latinos casi se duplicó entre las legislativas del 2014 y las del 2018. Esta tendencia probablemente continuará en el 2020, dicen los encuestadores.

El consenso entre los especialistas es que las elecciones del 2020 dependerán en gran medida del resultado de la votación en un puñado de estados, incluidos Pensilvania, Michigan, Wisconsin, Florida y Arizona, y quizá Georgia y Texas.

En su nuevo libro “Que en paz descanse. Partido Republicano”, el conocido encuestador demócrata Stanley Greenberg, que trabajó para Bill Clinton, prevé una “oleada demócrata” en el 2020. En una entrevista, me dijo que el voto hispano probablemente sea crítico, junto con el de los ‘millennials’, las mujeres solteras y los votantes suburbanos y afroamericanos.

Greenberg asegura que podríamos ver un fenómeno nacional similar al que vimos en California en la década de 1990. California había sido durante mucho tiempo un estado republicano, hasta que los republicanos comenzaron a presionar por la Resolución 187, que buscaba hacer la vida imposible para los inmigrantes mexicanos. Eso creó una gran reacción en contra, que terminó convirtiendo a California en un estado sólidamente demócrata.

Lo mismo podría pasar en todo el país en el 2020, dice Greenberg. “Los votantes se han vuelto más proinmigrantes a medida que Trump se ha vuelto más virulento en sus ataques contra los inmigrantes”.

Claro que no hay que olvidar que los encuestadores se equivocaron en el 2016: predijeron con razón que los demócratas ganarían el voto popular, pero no pronosticaron que perderían en el colegio electoral. Y hay varias cosas que podrían ayudar a Trump a ser reelegido, como una economía estadounidense en alza o un candidato demócrata socialista como Bernie Sanders. Si sucede alguna de estas dos cosas, creo que Trump tiene buenas posibilidades de ganar.

Pero hay cada vez más dudas sobre si la economía seguirá creciendo como hasta hace poco, y es difícil imaginar que los demócratas serán tan bobos como para elegir a Sanders como su candidato. De manera que no estoy tan convencido como antes de que Trump será reelecto. Quizá los encuestadores tengan razón esta vez.

–Glosado y editado–
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