Editorial: ¿A quién alimenta Qali Warma?
Editorial: ¿A quién alimenta Qali Warma?
Redacción EC

Los últimos días, el programa probó que sus funcionarios tienen una enorme capacidad para perdonar y olvidar. Nos referimos a que, como informamos ayer, 32 de los 283 proveedores que ganaron licitaciones por S/.106,9 millones para suministrar alimentos al programa habían sido sancionados el año pasado por incumplir sus contratos con Qali Warma. 

En la mayoría de casos, los incumplimientos consistieron en no entregar dentro del plazo los productos o no entregarlos completos, perjudicando así a los niños beneficiarios del programa. Otras empresas de este grupo, además, recibieron serios cuestionamientos de la contraloría acerca de los estándares sanitarios de los productos. Contratistas Generales Congga, por ejemplo, habría distribuido en Apurímac raciones de arvejas envasadas sin registro sanitario y su planta de producción no habría tenido licencia de funcionamiento.

El caso más escandaloso, sin embargo, pareciera ser el de la empresa Soluciones Alimenticias, a la que se le responsabilizó el año pasado por la entrega de panes con paté malogrado a estudiantes de un colegio de Villa El Salvador y que hoy volvió a ganar una licitación de Qali Warma por S/.30 millones como parte del consorcio Villa María del Triunfo. Este consorcio, asimismo, ganó el concurso presentando una falsa declaración jurada. No solo declaró ser titular de un vehículo cuya placa realmente corresponde al Ministerio de Defensa, sino que además se comprometió simultáneamente a usar la misma flota para abastecer a tres comités de compras, haciéndoles creer que cada uno de ellos tendría toda la flota a su disposición y arriesgando así la distribución de más de 60 mil desayunos diarios. 

Las renovaciones de los contratos con estas controvertidas empresas son aún más preocupantes porque desde sus inicios este programa social ha contado con varios proveedores cuyo servicio ha sido cuestionado. Uno de los casos más graves, probablemente, fue el de . En julio del año pasado, la encontró que en cuatro comedores y dos colegios se hallaron altos índices de coliformes en los utensilios e insumos entregados por dicho proveedor. Paralelamente, el negó la habilitación sanitaria a su fábrica, así como la validación técnica del sistema preventivo de control de alimentos. Esta empresa, para colmo de males, abastecía más del 47% de los materiales que usaba Qali Warma en Lima y tenía un contrato con este programa por S/.42 millones.

El problema de trabajar con proveedores cuyos servicios despiertan tantos cuestionamientos se agrava aún más cuando tenemos en cuenta que, según un informe de la , de una muestra de 343 instituciones educativas de zonas rurales del país, en el 91% se escogió entregar alimentos que necesitaban preparación en vez de raciones preparadas y listas para su consumo, a pesar de que solo el 19% contaba con un ambiente exclusivo para el almacenamiento de los productos.

La mayor parte de estos problemas se podría haber evitado si es que se hubiese optado por hacer compras a productores industriales lo suficientemente grandes y especializados como para contar con los medios que garanticen la salubridad de los alimentos y la logística de su distribución. Fiscalizar a un pequeño grupo de empresas visibles y de conocida reputación, además, hubiese sido mucho más sencillo que vigilar la enorme cantidad de proveedores que existe hoy en día. Pero, en cambio, se optó por comprar alimentos frescos a proveedores locales, aparentemente con la finalidad de, además de alimentar a los niños, alimentar también la popularidad del gobierno entre los productores regionales. Y, así, se terminó poniendo en riesgo la salud de los beneficiarios del programa con problemas que ahora son evidentes para todos.

Qali Warma necesita que se reforme de manera urgente su sistema de selección de proveedores. Habría, por otro lado, que hacerlo cuanto antes, pues conforme se vaya acercando el 2016 más incentivos tendrá el gobierno para usarlo clientelistamente y para establecer menos filtros a las empresas y personas cuyos servicios y productos contrata. Y, así, el populismo encontrará más oportunidades de ser quien se coma los recursos de Qali Warma.