HECHOS RESALTANTES
HECHOS RESALTANTES
Editorial El Comercio

Como si no hubiera sido suficiente la discordia política que provocó hace poco más de un mes la agitación sin norte del asunto de la probable concesión de un indulto al ex presidente , el actual mandatario ha vuelto a mover el tópico en estos días. Y, por lo que parece, con igual ausencia de un propósito claro.

Fue el de una nota del semanario británico , basada en una conversación sostenida por ese medio con el jefe de Estado hace un par de semanas, lo que desató esta vez el temporal. El jueves pasado, en efecto, la prensa divulgó los puntos más resaltantes de esa crónica, entre los que llamaron poderosamente la atención algunas citas textuales de lo declarado por el presidente acerca de tan espinoso tema. En particular, causó revuelo la frase “el tiempo de hacerlo es ahora” que –según afirma la publicación sin que haya sido desmentida por el gobierno– Kuczynski pronunció con relación a la posibilidad de evaluar el otorgamiento de la ya mencionada gracia al ex mandatario.

Conocida la noticia, tanto el congresista como su hermana , lideresa de la opositora , se apresuraron a tratar de comprometer –aunque, hay que decirlo, en tonos muy distintos– al presidente con sus palabras. Así, mientras el parlamentario escribió en su cuenta de Twitter: “Gracias, señor presidente. Es hora de voltear la página. Le estaré eternamente agradecido”, la ex candidata presidencial apuntó en la suya: “Lleva meses evaluando el caso, llegó la hora de actuar. Haga uso de su potestad de presidente. Indúltelo”.

Las dos conminaciones, no obstante, buscaban claramente generar una expectativa y una demanda en la opinión pública al respecto.

Entre la aparición en las redes de una y otra, además, el jefe de Estado agregó leña al fuego con nuevas declaraciones confusas ante los medios. Por un lado, señaló: “Creo que es el momento de ver el tema”. Y por otro: “No hay ninguna conexión entre un indulto humanitario y la política peruana. La política es una cosa, la salud de la persona es otra cosa”. Sentencias que ciertamente plantean un problema lógico porque, si no es la coyuntura política, ¿qué es entonces lo que hace de este el momento adecuado de evaluar la concesión del indulto? ¿Alguna información reservada sobre un presumible agravamiento de la salud del ingeniero Fujimori que solo el mandatario conoce?

Difícil, porque de ser así, el pedido de indulto humanitario habría venido de la propia familia del reo y la supuesta evaluación de su situación no podría ser hecha con la ‘tranquilidad’ con la que Kuczynski ha anunciado que analizará la materia.

La verdad, en consecuencia, es que esta renovada incursión del jefe de Estado en el terreno que tantos dolores de cabeza le trajo a su administración recientemente da toda la impresión de no ser sino un disparo al aire más, sin reflexión previa ni consciencia de los conflictos que puede suscitar, motivado simplemente por el apremio en el que se debate por el constante ajuste de clavijas al que lo tiene sometido la mayoría opositora de Fuerza Popular desde el Congreso.

El problema, sin embargo, es que lo único que va a provocar la insistencia en esta frívola manera de especular sobre el asunto es el azuzamiento de las furias del fujimorismo y, por lo tanto, más tensión política y mayor estancamiento de cualquier intento de acuerdo entre quienes conducen los dos poderes del Estado actualmente enfrentados. Es decir, una gratuita vuelta de tuerca más o una adenda de incordios a un escenario político que ya estaba conturbado de por sí.

Las frases sin recato tienen que dejar de ser moneda cotidiana en las comunicaciones presidenciales. Y el momento de hacer que esto sea así es ahora.