1914
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Redacción EC

La señora Juana Alarco de Dammert hizo un llamamiento, ardoroso y noble, a favor de la Cuna Maternal. Ella pide protección para la infancia desvalida. La virtuosa señora solicita pan para los huérfanos, para los tiernos necesitados, para los que se inician en la vida con la etiqueta de recomendados a la caridad de las buenas almas, al desvelo de los que perseveran en la piadosa acción de borrar algunas de las grandes tristezas de la vida con los efluvios del cariño, con las primicias de la virtud encaminada a curar el alma joven de los niños.