Diarios aliados relatan que una mujer inglesa, Flora Sanders, recibió la más alta condecoración serbia al valor: la Cruz de Karageorge. Al iniciarse la guerra Flora Sanders y un grupo de jóvenes inglesas fueron a Serbia llevando abundante material sanitario para la Cruz Roja, en la cual trabajaron.
Luego de mil vicisitudes y peligros, Sanders decidió empuñar las armas y luchar junto a los serbios. Dio infinitas muestras de valor y en 1916 recibió 24 heridas de las que aún no está plenamente restablecida. Tiene el grado de suboficial.