El doctor Augusto Pérez Araníbar se encuentra empeñado en realizar una obra muy meritoria: la construcción de un orfelinato junto al mar para niños desamparados. Sabemos que entre los huérfanos que se encuentran en los hospicios limeños de La Recoleta, Santa Teresa y San Vicente, la tuberculosis abunda de forma aterradora. El único modo de combatir esta terrible enfermedad que tantas muertes causa entre los huérfanos es levantar un orfelinato que reúna las mejores condiciones higiénicas y que esté ubicado en un lugar donde el aire sea puro, sin baterías.
H.L.M.