“Una Constitución es el oráculo, el libro santo de las esperanzas de un pueblo”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
“Una Constitución es el oráculo, el libro santo de las esperanzas de un pueblo”. (Ilustración: Giovanni Tazza).
/ Giovanni Tazza
Hace 100 años

Ayer en la Plaza de Armas, con gran solemnidad, se promulgó la nueva Constitución del Perú. El gran mentor de ella, Mariano H. Cornejo, dijo: “En una Constitución hay dos partes: la letra y el espíritu. La letra es lo contingente, lo sujeto a error. Aquello que vale y que alienta, aquello que crea y que redime es la voluntad colectiva, la voluntad popular que convierte la letra en realidad, el texto en espíritu, la regla en fuente de nueva vida. Una Constitución es el oráculo, el libro santo de las esperanzas de un pueblo”.

H.L.M.